La apelación de Le Pen por el delito de extorsión que la inhabilitó será en enero
La líder de la extrema derecha francesa depende de este proceso para presentarse a las elecciones presidenciales del 2027
Francia se enfrenta a la caída de otro Gobierno en menos de un año
Juan Pedro Quiñonero
Corresponsal en París
Marine Le Pen, fundadora de Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), será juzgada en apelación entre el 13 de enero y el 12 de febrero del 2026, por el presunto delito de extorsión de fondos públicos en banda organizada al Parlamento Europeo, introduciendo un factor ... imprevisible en la crisis política nacional.
Le Pen fue condenada el pasado mes de marzo a cuatro años de prisión (dos de ellos en firme) y cinco de inhabilitación, con ejecución inmediata, más una multa de 100.000 euros por malversación de fondos públicos europeos. También fueron condenados su padre, Jean-Marie, el patriarca de la extrema derecha francesa, y ocho miembros de su partido a la pena de inhabilitación política.
Le Pen presentó un recurso, estimando «injusta» su condena. El Tribunal de París anunció a primera hora de la tarde del lunes la fecha del nuevo juicio, en apelación, entre el 13 de enero y el 12 de febrero del año que viene. El nuevo proceso no prejuzga la sentencia final, pero puede afectar a la crisis política nacional, con ramificaciones imprevisibles.
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Le Pen ha pedido, hasta este lunes, la convocatoria de elecciones generales anticipadas. La fecha del proceso en apelación complica muy mucho esa petición: la fundadora de AN no podría presentarse a la renovación de su escaño parlamentario, y correría el riesgo de perder su puesto de diputada de su partido en la Asamblea Nacional, primera cámara del Parlamento nacional. Por el contrario, el proceso de apelación, a primeros de año, pudiera permitir a Le Pen presentarse a las elecciones presidenciales del 2027, si es absuelta de su condena en primera instancia.
Ese calendario judicial agudiza la rivalidad encubierta entre Le Pen y el joven presidente de su partido, Jordan Bardella, el favorito como posible líder de la extrema derecha francesa, en un futuro próximo.
Entre 1972 y 2018, la extrema derecha francesa estuvo dominada por el Frente Nacional (FN), el partido fundado por Jean-Marie Le Pen, colaborador y amigo de extremistas con muchas relaciones neonazis. El 2018, Marine Le Pen asumió la dirección del partido fundado por su padre, pero le dió un giro ligeramente menos radical, transformando el FN en Agrupación Nacional (AN), el partido que ella funda, hasta hoy.
Marine Le Pen relegó a su padre a un puesto honorario, expulsó a viejos lepenistas neonazis y se rodeó de jóvenes de la 'nueva' extrema derecha, entre los que pronto destacó Jordan Bardella, sin estudios, cuya carrera política se confunde con su vida amorosa con sucesivas herederas de dirigentes históricos de la extrema derecha francesa.
Bardella no tiene estudios, no ha trabajado nunca, no tiene experiencia de ningún tipo, tiene un éxito considerable con las mujeres, y, a sus veintinueve años, es presidente del grupo parlamentario «Patriotas por Europa», creado por iniciativa del Viktor Orbán en el Parlamento Europeo. Los problemas judiciales de Le Pen convierten a Bardella en el previsible líder de la extrema derecha francesa, cuando llegue su hora.
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