De lejos
¿Más machista o más racista?
¿Por qué género y raza vuelven a ser decisivos en las elecciones de EEUU?
Trump apela a la clase trabajadora para recuperar Míchigan: «Si no ganamos, no quedará ni un empleo en la industria del coche»
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Iniciar sesiónAnte el extraordinario dilema moral y televisivo de nuestros tiempos –«¿eres más machista o más racista?»–, Donald Trump tendría grandes dificultades para contestar a pesar de todo su desparpajo populista. Son ya muchos años ejerciendo una desmedida influencia política, dentro y fuera de Estados ... Unidos, como para mentir también sobre la cuestión de género y raza que vuelve a estar en el centro de la competición por la Casa Blanca.
En cuanto al machismo, en la campaña de 2016 salió a la luz la grabación en la que él mismo cuenta por dónde cree que se puede agarrar a las mujeres (Grab 'em by the pussy) y todo lo que se puede hacer con ellas. Aunque su tercera esposa Melania dijo que aquello no era más que una chiquillada, un jurado de Manhattan declaró el año pasado al expresidente responsable civil por abusar sexualmente y difamar a la escritora E. Jean Carroll. Aunque más de una docena de mujeres han acusado a Trump de conducta sexual inapropiada, es la primera vez que ha sido condenado a pagar un total de 83,3 millones de dólares.
Por lo que se refiere al racismo, a Trump hay que reconocerle cierta precocidad. Aunque a él le gusta presentarse como un hombre hecho a sí mismo, la realidad es que es el poster de los privilegiados «nepo-babys». Su padre tenía cientos de apartamentos de alquiler en la ciudad de Nueva York que nunca se arrendaban a personas «de piel oscura». La discriminación era tan flagrante que el Departamento de Justicia de la Administración Nixon –no precisamente los más perroflautas– litigó contra el negocio familiar.
Otras crisis de los Servicios Secretos de EE.UU. tras el fallo de seguridad con Trump
David Alandete | Corresponsal en WashingtonAquel escándalo fue el comienzo de una larga saga de alardes supremacistas y xenófobos. Hasta llegar a nuestros días y las delirantes afirmaciones sobre voraces inmigrantes haitianos comiéndose a los perretes y los gatitos en Springfield, Ohio. Un peligroso embuste pero justificado. Como ha dicho en la CNN su número dos, J.D. Vance, hay que «crear historias para que los medios de comunicación presten realmente atención al sufrimiento del pueblo estadounidense».
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