PEDRO PITARCH - EL ANÁLISIS TÁCTICO DEL GENERAL (R) PITARCH (13/07/2022)
La guerra se gasifica
Crecientemente, se está volatilizando el interés de los europeos por el desarrollo de las operaciones en el teatro ucraniano
El gran desgaste sufrido por las tropas rusas en las últimas semanas, especialmente en los frentes de Severodonetsk, Lisichansk y Popasna, las mantiene ahora a 'medio gas'. Se refuerzan y reorganizan para retomar el impulso ofensivo necesario para intentar hacerse con todo el ... Donbass, que es la finalidad perseguida por el Kremlin en esta fase de la guerra. La zona Sloviansk-Kramatorsk-Bajmut es el siguiente objetivo operacional. En su caso, cuando se reanude en plenitud la ofensiva rusa, sus acciones habrían de converger sobre Sloviansk (objetivo táctico clave)-Kramatorsk, desde el norte, y sobre Bajmut desde el sur. Bien que, para afrontar solventemente esa gran batalla, no parezca garantizada la capacidad combativa rusa, sin una previa recurrencia a la movilización (actividad compleja y consumidora de tiempo). Seguramente, esa es una cuestión sobre la que Moscú tendrá que decidir pronto. Mayormente por lo que incide no solo sobre su potencia operativa (personal, armamentos, equipamientos y adiestramiento) sino, sobre todo, sobre su capacidad logística.
En la potencialmente renovada campaña, si resultara exitosa para las tropas rusas, éstas lograrían atenazar y reducir la concavidad que presenta el frente entre Izium y Gorlovka. Eso, previsiblemente, conllevaría el hundimiento del frente ucraniano en el Donbass. Pero el principal enemigo de las tropas rusas es el consumo de tiempo sin alcanzar objetivos resolutorios. Porque las ucranianas van incrementado la eficacia de su potencia artillera con el empleo de las nuevas armas pesadas, recibidas de los países de la OTAN y, especialmente, de los sistemas HIMARS (lanzacohetes de precisión) estadounidenses.
Crecientemente, se está volatilizando el interés de los europeos por el desarrollo de las operaciones en el teatro ucraniano. Los problemas domésticos, especialmente los económicos, van polarizando a las opiniones públicas, mientras los de Ucrania parecen gasificarse. El temor a sufrir restricciones energéticas, a partir del próximo otoño, va siendo objeto de atención preferente. En particular, sobre nuestra fatal dependencia del gas ruso. Especialmente en Alemania que, como es sabido, es el mayor de los grandes motores europeos. Hasta España, en esta época de sanciones a Rusia, está incrementando la compra del gas ruso. Zelenski tiene motivos para estar muy preocupado por esa deriva.