La oposición georgiana denuncia fraude electoral y llama a sus partidarios a salir a la calle

En la mañana de este domingo, tras escrutar casi el 99% de las papeletas, la Comisión Electoral Central de Georgia ha anunciado que el partido gubernamental Ensueño Georgiano ha obtenido la mayoría con el 54,08% de los sufragios. A continuación ha quedado la Coalición por el Cambio con 10,80%, después Unidad, que incluye en su seno al Movimiento Nacional Unido del expresidente, Mijaíl Saakashvili, ha descendido hasta el 10,09%, y Georgia Fuerte reúne el 8,75% de los votos. Estas tres formaciones, que mantienen una orientación europeísta, son las que se proponen impugnar los resultados electorales y las que han llamado a movilizaciones. Efectivamente, la mayoría de los sondeos a pie de urna arrojaban resultados completamente diferentes, según los cuales, el partido oficialista no superaba del 36% y la mayoría absoluta pasaba a manos de la oposición.

El otro partido que entra en el reparto de escaños es Gajaria por Georgia con 7,75% de los sufragios. De esta manera Ensueño Georgiano tendrá 88 u 89 diputados de 150 que tiene la Cámara y 76 que son necesarios para investir al Gobierno. El resto de los partidos que entrarán en el Parlamento tendrán 61 o 62 sillones en el hemiciclo. La participación ha alcanzado el 58,94%, más alta que en la convocatorias electorales de los últimos años. Lo que no va a tener Ensueño Georgiano es la «mayoría constitucional», que requiere los dos tercios, es decir 101 diputados, para poder acometer cambios en la Carta Magna.

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Según la ONG «Mi voto», que ha hecho un seguimiento de las elecciones, interventores y observadores «estuvieron sometidos a presiones sin precedentes durante todo el día de la votación, incluidas agresiones físicas, insultos, intimidación y expulsión injustificada de los colegios electorales». Se observaron además «infracciones del sistema de verificación y etiquetado, así como obstrucción a los observadores en el seguimiento del proceso de identificación de electores». «Hubo casos de votantes que recibieron las papeletas ya marcadas mientras que en las votaciones en los consulados en el extranjero se formaron largas colas y muchas personas no pudieron ejercer su derecho», concluye el informe de la organización.

El primer ministro georgiano, Irakli Kobajidze, de Ensueño Georgiano, ha dicho este domingo que «los resultados de las elecciones parlamentarias en Georgia mostraron una caída en los índices de popularidad de la oposición» y ha advertido que «las protestas no interferirán en el trabajo del nuevo Parlamento». Según sus palabras, la Cámara recién elegida «comenzará a trabajar incluso si la presidenta del país –Salomé Zurabishvili- no convoca la primera reunión». Zurabishvili mantiene una posición de enfrentamiento con el Ejecutivo, especialmente en lo relativo a la orientación de acercamiento a Moscú y a la aprobación de leyes calcadas de la legislación rusa como la de «agentes extranjeros» o la prohibición de la propaganda LGTBI.