Ocho décadas después de Hiroshima y Nagasaki, hay más de 12.000 bombas atómicas en el mundo
La mayoría están en poder de Estados Unidos y Rusia, donde Putin amenaza con usarlas en la guerra de Ucrania
Premio Nobel de la Paz para la organización japonesa Nihon Hidankyo, supervivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki
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Iniciar sesiónCasi ocho décadas después del horror de Hiroshima y Nagasaki, la amenaza nuclear está más viva que nunca por las amenazas de Putin en la guerra de Ucrania y el programa atómico de Irán en medio de la escalada bélica ... en Oriente Próximo. En gran medida por las espeluznantes imágenes que dejaron ambas bombas y el testimonio de sus supervivientes, el mundo no ha sufrido otra catástrofe como aquella. Pero, aún hoy, existen más de 12.000 bombas atómicas repartidas en un puñado de potencias que, para colmo de males, están divididas en dos bloques ya abiertamente enfrentados en esta II Guerra Fría que vivimos.
De ellas, el 90 por ciento se las reparten Estados Unidos (5.480) y Rusia (5.580), según los últimos recuentos de este año de la Asociación de Control de Armas y de la Federación de Científicos Americanos. Aunque la inmensa mayoría, más de 9.000, están almacenadas en los arsenales atómicos, unas 3.800 cabezas nucleares siguen desplegadas en sus misiles y unas 2.000, principalmente de Rusia y EE.UU., se mantienen operativas en alerta.
Además de estas dos superpotencias, las otras grandes naciones que disponen de armas atómicas son China (500), Francia (290), Reino Unido (225), que también son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU con derecho de veto. Junto a ellas, han anunciado que tienen bombas nucleares la India (172), Pakistán (170) y Corea del Norte (50). Y, aunque no lo reconoce oficialmente, se sospecha que también las posee Israel (90).
Los achaques del 'capicomunismo' chino
Pablo M. DíezDesde 1970, unos 190 países se han adherido al Tratado de No Proliferación Nuclear, hoy estancado por Rusia. Además, tras el fin de la Guerra Fría entre EE.UU. y la extinta Unión Soviética, el número de bombas atómicas se ha reducido considerablemente, ya que en 1986 se calculaba que había unas 70.000. Pero, mientras unos países eliminan sus arsenales nucleares, otros los amplían y hasta amenazan con utilizarlos si ven en peligro su supervivencia, como hace Kim Jong-un en la belicosa Corea del Norte.
«Puede que nos hayan dado el premio porque cada vez hay más gente que siente la amenaza de las armas nucleares», confesaba a la agencia Kyodo Terumi Tanaka, antiguo secretario general de Nihon Hidankyo, la asociación de supervivientes ('hibakusha') de Hiroshima y Nagasaki galardonada con el Nobel de la Paz. Aunque reconocía estar «tan feliz que no me lo puedo creer», sus palabras revelan la idoneidad de este premio que ha tardado mucho tiempo en llegar, pero que no podía ser más oportuno. Con una edad media de 85 años, el problema es que cada vez hay menos 'hibakusha' para recordarnos el horror que sufrieron Hiroshima y Nagasaki.
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