La «obra del siglo» que mandó construir Putin tras la anexión de Crimea

La gigantesca obra de infraestructura, con una longitud de 19 kilómetros y a 35 metros sobre el nivel del mar, costó 228.000 millones de rubos, es decir, cerca de 4.000 millones de euros al cambio actual y fue inaugurado por el mandario ruso en mayo de 2018, apenas dos años después de que comenzaran las obras (febrero de 2016). Por él transitan vehículos en sus cuatro carriles y ferrocarriles por sus dos vías.

Cuenta con más de 7.300 pilotes que soportan cerca de 600 pilares, la mayoría de ellos bajo el mar. La construcción ser remata con dos arcos de 227 metros de largo, que permiten lanavegación de embarcaciones bajo el puente. Las cifras oficiales indicaban que por el puente pueden pasar 40.000 automóviles al día, 13 millones de toneladas de mercancías al año y 14 millones de pasajeros en el mismo periodo.

A pesar de la invasión de Ucrania, el Kremlin siempre pensó que el puente no corría riesgo alguno, a pesar de los cruentos combates que se mantienen. Para Moscú era una línea roja que Vladímir Putin no se atrevería a saltar por su significado.

Sin embargo, para Kiev era uno de sus objetivos. Mientras se dirimen las causas de la explosiones en cadena provocadas por un camión bomba que lo ha dejado, prácticamente, inservible -solo se ha salvado el arco-, Rusia señala sin dismulos a Kiev como el culpable de lo sucedido.

De serlo, ya anunció en su día que habrá represalias. Algunos mandatarios ucranianos han aplaudido lo ocurrido. Veremos en que quedan las investigaciones y si está detrás el país invadido, en qué se traducen las amenazas.

Con todo, lo ocurrido es un duro golpe para Putin, ya que el puente de Kerch es uno de los principales puntos logísticos que abastecen desde Moscú a las fuerzas rusas en el frente.