Una nueva tregua se negocia en Gaza

Las filtraciones sobre estos primeros contactos llegaron después de conocer que Tel Aviv había ordenado suspender el viaje del jefe del Mossad, David Barnea, a Doha esta misma semana. Israel estima que quedan 135 cautivos en manos de las milicias palestinas. Durante la primera tregua, que duró una semana, Hamás liberó a 110 rehenes, la mayoría mujeres y menores de edad, e Israel sacó de la cárcel a 240 presos palestinos, también mujeres y menores. Esta pausa permitió también la entrada diaria de doscientos camiones con ayuda humanitaria por el paso de Rafah. Desde el final de la pausa el Ejército ha extendido sus operaciones al sur y ordenado a la población hacinarse en un supuesto lugar seguro de apenas 6 kilómetros cuadrados en plena frontera con Egipto. Este plan supone «una catástrofe humanitaria», según las agencias de la ONU, desbordadas por las necesidades y la falta de medios.

La presión internacional a favor de un alto el fuego no afecta a los israelíes y tras las palabras de Joe Biden sobre el «bombardeo indiscriminado» de Gaza, Benjamín Netanyahu dejó claro que «vamos hasta el final, hasta la victoria, nada menos que eso». El Estado judío cuenta con el apoyo firme de Estados Unidos y su consejero de Seguridad, Jack Sulllivan, viajó a Tel Aviv para reunirse con Netanyahu. Antes del viaje, Sullivan participó en un evento organizado por 'The Wall Street Journal' en el que aseguró que el objetivo del viaje sería «instar a los líderes israelíes a pasar a una fase diferente del tipo de operaciones de alta intensidad que vemos hoy».

El enviado de Biden también tiene en su agenda el futuro de la Franja tras la guerra, un punto en el que discrepan Estados Unidos e Israel. Sobre el día después también habló el mandatario de Hamás, Ismael Haniya, quien adelantó que «cualquier solución en Gaza o la causa palestina sin tener en cuenta a Hamás y a las facciones de la resistencia es un engaño». Haniya sigue la guerra desde Doha, como gran parte de la jefatura política del movimiento islamista.

Otra de las voces de Hamás en Qatar, Abu Marzouk, también habló para decir que su grupo estaría dispuesto a reconocer a Israel como un paso hacia superar las divisiones internas entre las facciones palestinas. Hamás «debería seguir la postura oficial (…). La postura oficial es que la Organización de Liberación de Palestina (OLP) ha reconocido al Estado de Israel». La OLP reconoció a Israel en 1993 y a cambio los israelíes la reconocieron como representante del pueblo palestino, pero tanto Yihad Islámica como Hamás están fuera de este paraguas de organizaciones palestinas. Hamás ya presentó en 2017 un programa político en el que aceptó las fronteras de 1967 para un futuro Estado palestino, los límites reconocidos por Naciones Unidas para la solución de los dos Estados.

Los combates calle por calle en los feudos de Hamás provocan bajas diarias en un Ejército que presiona más y más porque considera que «los batallones de Hamás están al borde del colapso», en palabras del ministro de Defensa, Yoav Gallant. En su búsqueda por imágenes que reflejen la victoria militar sobre el enemigo, el Ejército difundió fotografías de la rendición de supuestos milicianos en el hospital Kamal Adwan de Beit Lahia. Con el pecho descubierto y las manos en alto sosteniendo los fusiles, un grupo de hombres depositaba las armas frente a los militares. Según las fuerzas israelíes se trata de «setenta miembros de Hamás que decidieron rendirse» y fueron detenidos para interrogarles.

Este centro médico llevaba días cercado por los militares y el miércoles la Organización Mundial de la Salud (OMS) se mostró «extremadamente preocupada» porque «quedan 65 pacientes ingresados en cuidados intensivos». El norte de Gaza es una zona aislada del resto de la Franja y las comunicaciones están cortadas.