Macron realiza un cambio estético de su Gobierno y mantiene a sus ministros más próximos

Ajuste que confirma en sus ministerios a Bruno Le Maire (Economía), Gérald Darmanin (Interior), Catherine Colonna (Asuntos Exteriores), Éric Dupond-Moretti (Justicia), Sébastien Lecornu (Defensa). Esos pilares de la macronía gubernamental fueron confirmados.

El ajuste técnico se limitó, finalmente, a cambios políticamente significativos a un nivel relativamente minúsculo, puramente cosmético.

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Aurélien Rousseau, director de gabinete de Élisabeth Borne, primera ministro, fue nombrado ministro de Sanidad, sustituyendo a François Braun, culpable de «ineficacia».

Gabriel Attal fue nombrado ministro de Educación nacional, sustituyendo a Pap Ndiaye, culpable de declaraciones intempestivas sobre el 'derechazo' de una cadena de radio.

Aurore Bergé fue nombrada ministra de las Solidaridades, sustituyendo a Jean-Christophe Combe, culpable de «insignificancia». Thomas Cazenave fue nombrado ministro de los Presupuestos. Bérangère Couillard fue nombrada secretaria de Estado para asuntos ecológicos. Marlène Schiappa, culpable de apariciones vagamente osadas en 'Playboy', fue destituida pura y simplemente…

Durante el último trimestre se especuló en incontables ocasiones con la intención de Emmanuel Macron de sustituir a Élisabeth Borne, primera ministra, jefa de Gobierno. Finalmente, el lunes pasado, día 17, se anunció la confirmación de Borne, «invitada a formar un nuevo Gobierno». Siguieron cuatro días cortos de rumores a toda hora. El nuevo Gobierno debía relanzar la presidencia macroniana.

En la recta final del proceso, durante la tarde del miércoles y la mañana del jueves, la pareja Macron-Borne comenzó a tropezar de mala manera, ofreciendo el triste espectáculo de aparentes desavenencias de fondo sobre el alcance y la verdadera naturaleza del cambio o ajuste de Gobierno. Borne aspiraba a un «cambio importante» para poder relanzar la acción gubernamental. Presidente bonapartista, con todas las cartas y poderes en su mano, Macron decidió un ajuste técnico, aplazando las decisiones importantes: «Nos esperan grandes proyectos para después de las vacaciones».

Tras los cinco meses de crisis nacional, consecuencia de la reforma del sistema nacional de pensiones, tras diez días de crisis incendiaria, en la 'banlieue', los suburbios de París y toda Francia, el ajuste gubernamental no respondía a la angustia larvada de la sociedad civil.

Según las estimaciones de BFMTV (primera cadena nacional de información permanente), el 87 % de los franceses estiman que Macron «no ha cumplido sus promesas», el 55 % estiman que Macron se equivoca conservando a Borne al frente de su Gobierno.

Emmanuel Macron presidirá el primer consejo de ministro de su nuevo Gobierno este viernes, en vísperas de un viaje político y vacacional a Nueva Caledonia, territorio francés de ultramar, en el Océano Pacífico.