Francia se revuelve contra la designación de una norteamericana en la Comisión Europea

Entre mayo de 2011 y finales de 2012, Scott Morton ocupó un puesto equivalente al que se le ha encomendado en la Comisión, como jefa de análisis económico en la división antimonopolio del Departamento de Justicia de Estados Unidos. Por ello, muchos de los altos funcionarios de la Dirección General (DG) de Competencia ya la conocieron en casos en los que Europa y Estados Unidos han trabajado juntos en el pasado. Uno de ellos confesaba en privado su convicción de que «Vestager es alguien que siempre ha escogido a sus colaboradores basándose específicamente en criterios de mérito y en sus cualidades humanas y profesionales» y en cuanto a la norteamericana sostenía que «es una mujer brillante que no se casa con nadie y tal vez eso sea lo que preocupa a los franceses».

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Sea por ello o por alguna otra razón, el caso es que el jueves pasado el Gobierno francés pidió formalmente a la Comisión que revisase ese nombramiento. Al día siguiente, jornada de la fiesta nacional francesa, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, rompió su tradición de no acudir a ninguna recepción de este tipo de los países miembros, aprovechando que en la embajada francesa estaba una enviada del presidente Emmanuel Macron, en lo que se consideró como un intento de limar asperezas. Sin embargo, el lunes, los portavoces oficiales de la Comisión respondieron que no veían «ninguna razón» para revisar el nombramiento de la norteamericana, mientras que en la prensa francesa seguían publicándose comentarios en contra de este nombramiento.

Aunque es poco corriente, en realidad no existen limitaciones legales que impidan a la Comisión contratar a una personalidad específica para un cometido concreto, aunque no sea ciudadana europea. Sin embargo, este es el primer caso en el que se otorga un cargo de tan altísima relevancia como el de economista jefe, a un extracomunitario. El hecho de que sea además norteamericana y que haya trabajado también como lobista en el sector, no ha ayuda a la hora de considerar normal esta decisión. Muchos funcionarios se consideran agravados porque se trata de un nombramiento que pasa por encima al escalafón e ignora a otros técnicos europeos con grandes calificaciones.

Las reticencias llegaron también al Parlamento Europeo, donde inicialmente una carta de los portavoces de los principales grupos, el Popular, el socialdemócrata, el liberal y el de los verdes, enviaron también una carta a Von der Leyen pidiendo aclaraciones por la designación. Sin embargo, el líder de los ecologistas, el belga Philippe Lamberts, confesó este fin de semana en redes sociales que había hablado personalmente con Scott Morton y que sus razones le habían hecho cambiar de opinión.

La vicepresidenta Vestager se ha embarcado en una batalla formidable para controlar a las grandes tecnológicas como Google o Apple y sin duda el papel de la norteamericana será esencial en su estrategia. Pero también es cierto que recientemente el Gobierno de su país (Dinamarca) la ha propuesto como candidata al puesto de vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y ella ha aceptado, lo que significa que su presencia en la Comisión seguramente terminará con la actual legislatura en mayo del año que viene. Y es muy probable que con ella la de su fichaje norteamericano.