López Obrador y Biden debaten nuevas medidas para contener la crisis fronteriza entre México y Estados Unidos
Ambos mandatarios abordaron la influencia de la crisis migratoria en el comercio bilateral
López Obrador busca una reforma judicial mientras libra una guerra con el Supremo
López Obrador y Biden sellan una alianza para tratar de reducir el flujo migratorio
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, conversó el jueves con Joe Biden sobre la crisis migratoria que tiene lugar en la frontera entre México y Estados Unidos. El presidente estadounidense está obligado a endurecer su política fronteriza si quiere que los republicanos ... le aprueben en el Congreso un paquete de más de 60.000 millones de dólares para apoyar a Ucrania en su guerra contra Rusia.
El Gobierno mexicano no informó detalles de la conversación, pero la agencia Reuters señaló que ambos mandatarios hablaron sobre nuevas medidas de seguridad en la frontera y analizaron el impacto que tiene la migración descontrolada sobre el comercio bilateral.
Esta semana fueron cerrados, por decisión de Estados Unidos, dos cruces ferroviarios fronterizos en el estado de Texas. El costo comercial de la medida fue de más de 100 millones de dólares por jornada. El objetivo, según se informó, fue el de movilizar agentes para acelerar las deportaciones en los cruces de Eagle Pass y El Paso. Los migrantes se desplazan a través del territorio mexicano a bordo de vagones de tren lo cual complica el transporte de mercancías y suministros.
Frente delicado
Ayer miércoles, en paralelo a la comunicación de ambos presidentes, se reabrieron los cruces fronterizos. Además del frente comercial y migratorio, la medida violaba las normas del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Para la administración de López Obrador la migración es un frente delicado porque si Estados Unidos suspende su política de asilo e impulsa detenciones masivas de migrantes, como sugiere la prensa en Washington, México se expone a una crisis humanitaria en los estados del norte del país.
Según datos oficiales, cada día llegan a la frontera entre 8.000 y 10.000 personas y en los últimos tres años han sido detenidas por la autoridad estadounidense 1,5 millones de personas que intentaban ingresar al territorio de dicho país. En tanto, en la frontera sur de México, aproximadamente 140.000 migrantes esperan documentos y respuestas a solicitudes de asilo.
Bajo la ley actual, estas peticiones se analizan con el solicitante en territorio estadounidense. El gobierno de Biden ahora podría impulsar que ya solo por el hecho de presentar la solicitud los migrantes sean deportados.
Un portavoz de la Cancillería mexicana, bajo condición de anonimato, señaló a ABC que, según se desprende de los contactos con el Gobierno de Estados Unidos, en Washington hay funcionarios a favor de sostener el funcionamiento actual de las peticiones de asilo y otros que están convencidos de que no endurecer la frontera les costará votos a los demócratas en las elecciones del año que viene.
El pasado octubre tuvo lugar en la Ciudad de México una reunión entre los gabinetes de Biden y López Obrador para analizar el drama fronterizo. En ese encuentro los funcionarios estadounidenses, encabezados por el secretario de Estado Antony Blinken, dijeron que las cifras récord de migrantes que cruzan la frontera sur representan una amenaza a la seguridad porque las autoridades no pueden examinar adecuadamente a todos.
Esta semana fueron cerrados, por decisión de Estados Unidos, dos cruces ferroviarios fronterizos en el estado de Texas
En ese encuentro se mencionó que Estados Unidos detectó que entre los migrantes interceptados en su intento por ingresar al país, aparecieron personas cuyos nombres se encuentran en las listas de sospechosos de acciones terroristas.
Incontenible
La canciller mexicana, Alicia Bárcena, ha reconocido que la situación en la frontera es incontenible y le ha pedido a Estados Unidos invertir en infraestructura para fomentar inversiones en el norte de México y así generar empleos para los migrantes.
La encargada de la diplomacia mexicana sostiene así un discurso acorde al de López Obrador, que le pide a Biden invertir en América Latina para evitar las migraciones hacia el norte.
De este modo, es evidente la diferencia que existe en la retórica de cada gobierno: mientras para México la crisis fronteriza se debe resolver con inversiones y empleo, para Estados Unidos es una cuestión de preservar su propia seguridad.
El mes pasado Biden conversó en persona con López Obrador en una cumbre regional en San Francisco pero el tema los migrantes quedó muy reducido ya que el foco de a conversación fue el combate al fentanilo.