¿Quién podría liderar un Estado palestino?
El presidente de la autonomía en Cisjordania, Mahmud Abás, va a cumplir 90 años
La Asamblea de la ONU abre la guerra diplomática por Palestina
Aún no han terminado de sonar las tracas por el reconocimiento en cadena del Estado de Palestina por parte de varios gobiernos occidentales, y los analistas se empeñan en aguar la fiesta. ¿Qué consecuencias prácticas para el pueblo palestino tendrá el gesto de Francia, ... Reino Unido, Canadá y Australia, entre varios otros? ¿Qué territorio tendrá el nuevo Estado cuando Israel está terminando de laminar, militarmente, la franja de Gaza, y anuncia nuevos planes para reducir el territorio autónomo palestino en Cisjordania?
Una cuestión que también atrapa los espíritus es la relativa a quién liderará el nuevo ente nacional, que aún no tiene espacio, ejército o presupuesto definido. Teóricamente, la única autoridad constituida entre los árabes de los Territorios Ocupados -Gaza y Cisjordania, más Jerusalén Este- es la del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás. Pero el sucesor de Yaser Arafat al frente del principal partido palestino cumplirá dentro de un mes los 90 años. Y el último quinquenio ha sido testigo de la práctica desaparición de su cuota de autoridad entre los propios palestinos.
El culpable de la caída a los infiernos de Abás no es Israel sino Hamás. En 2007, el movimiento radical palestino forzó una mini guerra civil en la Franja de Gaza y se hizo con el poder en ese pequeño territorio costero. Israel aisló la zona, pero no intervino. Así que durante 17 años Hamás no sólo minó la autoridad de Mahmud Abás entre los palestinos sino que preparó pacientemente el ataque contra Israel de octubre de 2023, origen del actual desastre en la región.
Una figura que podría aspirar a liderar el proyecto de Estado palestino es la del antiguo militante de la OLP y Fatah Marwan Barguti, de 66 años, preso en una cárcel israelí desde hace nada menos que 23 años. Fue líder de la segunda 'intifada' o revuelta contra Israel en los territorios ocupados, y el Gobierno hebreo le acusó de unos hechos que acabaron con la muerte de cinco israelíes. Es firme opositor de Hamás, y su prestigio como combatiente es alto entre los palestinos; algunos sondeos le dan el 50 por ciento de la intención de voto si hubiera hoy elecciones…y Tel Aviv le dejara libre.
No hay comicios entre la población árabe de los territorios ocupados desde 2006, lo que significa que ningún palestino de menos de 36 años ha ido nunca a las urnas. La guerra en Gaza ha convencido a los mayores de la temeridad del nacionalismo armado, si a él se suma además el fanatismo religioso de Hamás; pero la población joven necesita una figura a la vez rebelde, y Barguti reúne condiciones.
En cualquier caso, el liderazgo en el mundo árabe rara vez se alcanza meramente en las urnas. La tradición musulmana suní -la de la mayoría- establece, a diferencia de la chií, que el líder sea el elegido como más capaz, y no en razón de su vinculación con la familia de Mahoma. Normalmente el más capaz ha surgido de la lucha interna de la élite y no a raíz de unas elecciones, aunque estas sirvan para refrendarlo.