Los judíos franceses culpan a la extrema izquierda del racismo antisemita

La brutal violación de una niña judía desata la indignación contra la violencia antisemita, que numerosas voces atribuyen al discurso a favor de Hamás de La Francia Insumisa, de Mélenchon

Macron alerta de una «plaga de antisemitismo» en Francia tras la violación grupal a una niña judía

Jean Luc Melénchon, líder de la Francia Insumisa AFP

Juan Pedro Quiñonero

Corresponsal en París

El 92 por ciento de los franceses de confesión judía estima que La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda populista) es el principal culpable del crecimiento espectacular del racismo y el antisemismo, cultural, social y violento.

Según las estadísticas oficiales del Ministerio del Interior, los ... crímenes y delitos racistas, antisemitas y xenófobos crecieron un 32 por ciento el año pasado. Durante los tres primeros meses de este año se han sucedido 366 actos antisemitas: agresiones físicas, profanación de cementerios, etcétera. Más de treinta por semana.

La semana pasada, una niña de doce años fue secuestrada y violada en Courbevoie, tratada de «sucia judía», en la periferia norte de París por ser hebrea, víctima de adolescentes racistas, en una ciudad que vota mayoritariamente a LFI.

Históricamente, el racismo antisemita, en Francia, era «patrimonio» de la extrema derecha neonazi. Tras la matanza del 7 de octubre del año pasado perpetrada por Hamás, ha crecido de manera inquietante el racismo antisemita de extrema izquierda.

Daniel Benfredj, presidente de la LICRA (Liga Contra el Racismo y el Antisemitismo), en Nimes, ha declarado: «La Francia Insumisa se ha convertido en un partido anti-sistema. Echa aceite ardiendo al fuego antisemita». El apoyo de LFI a Hamás es la matriz primera de esa evolución política. La gran mayoría de las personalidades de LFI califican a Hamás de «movimiento de resistencia», cuando la gran mayoría de los Estados democráticos la tienen clasificada como organización terrorista.

Raphaël Glucksman, cabeza de lista socialista en las elecciones europeas, hijo del filósofo André Glucksman, ha declarado: «Candidatos de La Francia Insumisa han hecho declaraciones insoportablemente antisemitas».

Bernard Henri-Lévy, ensayista de reputación internacional, ha escrito una denuncia vitriólica que comienza de este modo: «Sí. Hay un partido antisemita en Francia. LFI. Lo mismo recluta a la derecha, entre los nostálgicos del racismo de piel, que moviliza a la gente de izquierda que jura que no son antisemitas y luego califican de cerdo a un adversario político, con los aplausos de personalidades de ultraderecha tradicional».

En esa misma línea, Raphaël Enthoven, ensayista influyente, antiguo compañero sentimental de Carla Bruni, esposa de Nicolas Sarkozy, insiste en esa misma línea: «La Francia Insumisa se ha transformado en una suerte de partido o 'país' que da cobijo al nuevo antisemitismo racista, tratando de cerdos sionistas a todos sus adversarios, presentando como 'resistentes' a vulgares terroristas o asesinos».

«Sí. Hay un partido antisemita en Francia: LFI (La Francia Insumisa). Lo mismo recluta a la derecha, entre los nostálgicos del racismo de piel, que moviliza a la gente de izquierda que jura que no son antisemitas y luego califican de cerdo a un adversario político»

Bernard Henri-Lévy

Filósofo y ensayista

El semanario 'Le Point', el más vendido e influyente de Francia, presenta esa evolución política con estos titulares: «La Francia insumisa, el partido de la vergüenza». «LFI, el partido que da miedo a los judíos franceses».

A juicio de Frédéric Dabi, director general del Instituto Francés de Opinión Pública (IFOP), el «viraje» y las «tentaciones» antisemitas de LFI también tienen un origen electoral: «La Francia Insumisa utiliza la guerra de Gaza y su apoyo a Hamás para intentar seducir, con éxito, al electorado musulmán«. Cualquiera que haya cubierto manifestaciones de LFI, desde hace una década, recordará la evidencia: entre la militancia y el electorado de la extrema izquierda francesa hay muchas mujeres musulmanas, vestidas con mantos y velos islámicos.

En Francia, los seis o siete millones de franceses de confesión musulmana son un electorado muy importante. Apoyando a Hamás, LFI apoya una organización cuya ambición es construir una Palestina sin judíos, un Estado islámico. Ante la campaña de las elecciones anticipadas, ese proyecto político ha cobrado flecos racistas y antisemitas, con éxito.

Tras la violación de una niña judía la semana pasada, se han multiplicado las manifestaciones de franceses de confesión judía contra LFI y su líder, Jean-Luc Mélenchon. En Toulouse, por ejemplo, los manifestantes gritaban el fin de semana: «¡LFI antisemita! ¡Mélenchon asesino!».

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