Francia: 4.000 candidatos para 577 escaños en la campaña más tensa

«Se esperaba a Júpiter y tenemos a Nerón» titula 'Le Figaro'. «Macron, un Narciso comparable con Nerón», añade 'Le Point'. El ilustrador Goutal publica en «Mediapart» un dibujo en el que se ve a Macron / Nerón, contemplando el incendio de Roma / Francia y declarando: «Jugaba con las cerillas y se prendió fuego. Dadme una flauta, o una lira, para que improvise un canto último».

Nerón, el emperador romano que, según Suetonio, metió fuego a Roma «para reconstruirla a su gusto». Los más altos dirigentes políticos no citan a Nerón pero sus comparaciones son devastadoras.

Édouard Philippe, ex primer ministro de Macron, declara: «El presidente ha asesinado la mayoría presidencial». Jean-Louis Debré, ex ministro, declara: «Macron ha hecho crecer a los populismos de izquierda y derecha».

En el sistema político francés, la elección de los 577 diputados de la Asamblea Nacional (AN) es uninominal, a dos vueltas. En la primera vuelta se realiza una primera selección. A la segunda vuelta solo pueden pasar dos candidatos. Es tradicional que muchos electores de izquierda o derecha voten en la segunda vuelta a un candidato que no es de su familia política, para impedir que no gane un rival que no es de su agrado.

Conscientes de ese problema, las izquierdas, las derechas y el centro macronista han presentado listas cerradas con candidatos que no siempre son del mismo partido. Pueden ser elegidos en una misma lista y luego votar de distinto modo en la AN.

Entre los 4.000 candidatos que se disputan 577 escaños, tres grandes grupos tienen candidatos de una veintena de partidos y micro partidos.

Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), el partido de Marine Le Pen, ha acogido en su grupo a 498 candidatos de ultra derecha, derecha tradicional, derecha nacionalista. Es el grupo más homogéneo, el que tiene más intenciones de voto. Puede aspirar a la mayoría, simple o absoluta.

Nuevo Frente Popular (NFP) presenta a 557 candidatos de extrema izquierda, socialistas, ecologistas y comunistas, que están enfrentados en varias cuestiones de fondo. Unidos, pueden ser la segunda fuerza electoral. Los amigos de Macron presentan 480 candidatos de familias centristas, conservadoras, reformistas. Unidos, pueden ser la tercera fuerza parlamentaria. Por separado, muy poca cosa.

Al margen de esos tres bloques dominantes, otros 2.000 o 2.500 candidatos independientes, radicales, de izquierda sin partido, conservadores locales, ultras de todos los bandos, también participarán en las elecciones anticipadas: sus inciertos resultados pueden complicar muy mucho el resultado de la segunda vuelta electoral. Ese es campo de minas al que Macron ha metido fuego: nadie tenía un programa de gobierno preparado; hay millares de candidatos que pueden ser oportunistas.

El presidente ha echado aceite ardiendo a su propio incendio con esta declaración: «Si perdemos, prefiero dar las llaves del gobierno a la extrema derecha, antes que darle las llaves de la jefatura del Estado a Marine Le Pen en las presidenciales del 2027».

Según los últimos sondeos, pudiera ocurrir el más grave de los escenarios: que nadie tuviera mayoría absoluta. El partido de Le Pen podría ser la fuerza mayoritaria, sin poder gobernar con claridad. Ante ese riesgo, Marine Le Pen ha declarado: «Si nadie tuviera la mayoría absoluta, nuestro partido, el más grande de Francia, pediría la dimisión de Emmanuel Macron para salir de la crisis».