El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, en paradero desconocido tras estrellarse su helicóptero
Los servicios de rescate siguen tratando de localizar horas después los restos de la aeronave siniestrada, en la que también viajaba el ministro de Exteriores
Raisi, un turbante negro con un oscuro pasado
Corresponsal en Estambul
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Iniciar sesiónIrán contiene la respiración a la espera de conocer el estado en el que se encuentra el presidente Ebrahim Raisi, cuyo helicóptero sufrió un accidente cuando viajaba en el noreste del país. En el aparato presidencial viajaban además el ministro de Exteriores, Hossein Amir ... Abdollahian, el ayatolá Al Hashem, líder de la oración de los viernes en Tabriz y Malek Rahmati, gobernador de la provincia iraní de Azerbaiyán Oriental. El helicóptero se estrelló cerca de una mina de cobre llamada Sungun, ubicada entre Jofa y Varzaqan, a unos entre 70 kilómetros de la ciudad de Tabriz, que era el destino final.
Decenas de equipos de rescate trabajaron durante horas para aproximarse al lugar del siniestro y la tarea fue muy complicada debido al mal tiempo y la niebla cerrada. Los helicópteros de rescate no pudieron trabajar y la búsqueda se realizó por tierra y con la ayuda de perros en una zona remota y montañosa de acceso complicado. Raisi regresaba de la frontera con Azerbaiyán, donde inauguró las presas de Qiz Qalasi y Khodaafarin junto a su homólogo azerí Ilhan Aliyev. En esas inauguraciones se tomaron las últimas imágenes del religioso ultraconservador antes de subirse al helicóptero que le debía llevar a Tabriz.
Otros dos aparatos donde viajaban el resto de integrantes de la delegación pudieron completar el viaje sin incidentes. Aliyev escribió en X que estaba «profundamente preocupado» al enterarse del accidente «después de despedirse amistosamente» del presidente iraní.
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Desde el primer momento los medios iraníes hablaron de un «duro aterrizaje» y la información fue confusa debido a los mensajes contradictorios de agencias como Fars, que llegaron a anunciar que Raisi había proseguido su viaje por tierra tras el aterrizaje de emergencia. La preocupación fue creciendo y al caer la noche, con los equipos de rescate incapaces de llegar al aparato siniestrado, se empezaron a pedir oraciones desde las cadenas públicas.
Pasadas siete horas desde el accidente se repitió un episodio de confusión cuando algunos medios informaron de que los equipos de rescate habían llegado hasta el helicóptero, algo que fue desmentido por la Media Luna Roja poco después. Al cierre de esta edición, la Guardia Revolucionaria informó de que «nos desplazamos al lugar de los hechos y esperamos dar pronto buenas noticias», en palabras del comandante Asghar Abbasgholizadeh, y aseguraron que detectaron señales del helicóptero y señales desde el teléfono móvil de uno de los miembros de la tripulación.
En su primera comparecencia desde que se informó del suceso, el Líder Supremo, Alí Jamenei, dirigió un discurso a la nación para pedir a los ciudadanos «orar por la salud de estos servidores públicos» y dijo esperar que «Dios benevolente devuelva a nuestro querido y honorable presidente y a todos con él a los brazos del pueblo».
Países vecinos como Turquía ofrecieron su ayuda de manera inmediata. La Agencia de Gestión de Emergencias de Desastres turca envió a un equipo de 32 rescatistas y seis vehículos para ayudar en la búsqueda del presidente iraní. Desde la república islámica también solicitaron a las autoridades de Ankara un helicóptero de búsqueda y rescate con visión nocturna
Futuro político
Irán organizó una reunión de urgencia al gabinete de crisis y el vicepresidente, Mohammad Mokhber, se desplazó a Tabriz para seguir desde allí las labores de rescate. Si el presidente muere su puesto lo ocupa el vicepresidente y en un plazo de 50 días hay que celebrar elecciones, según marca la ley. En Irán el poder está en manos del Líder Supremo, Alí Jamenei, no del jefe del gobierno, aunque la particularidad de Raisi es que era uno de los favoritos para suceder en el puesto a Jamenei, que ha cumplido 85 años. Su muerte supondría todo un contratiempo para los planes sucesorios dentro de la cúpula del régimen.
Este punto de la sucesión fue recogido por analistas como Karim Sadjapour, del centro de estudios estratégicos Carnegie Endowment for International Peace, quien recordó en su cuenta de X que «la muerte de Ebrahim Raisi crearía una crisis de sucesión. Él y Mojtaba Jamenei son los únicos contendientes para reemplazar al Líder Supremo, que es el padre de Mojtaba. En la cultura política conspirativa de Irán, pocos creerán que la muerte de Raisi fue accidental».
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