El Gobierno de Meloni celebra el 1 de mayo con reducción de impuestos a los trabajadores

La primera ministra cargó de simbolismo el Primero de Mayo con novedades para el mundo laboral, rompiendo el tradicional esquema de los sindicatos en esta festividad. El Gobierno Meloni quiso celebrar la Fiesta del Trabajo aprobando, entre otras medidas, la reducción de impuestos a los empleados y la reforma del subsidio conocido como 'Renta de ciudadanía'.

El decreto rebaja los impuestos para los trabajadores con salarios hasta los 35.000 euros: mete en el bolsillo de los empleados una cifra neta de entre 50 y 100 euros mensuales de julio a diciembre de este año, por el momento. La otra medida aprobada, la reforma de la 'Renta de ciudadanía' –fue la principal bandera electoral del Movimiento 5 Estrellas–, supone la cancelación del subsidio por entender que se había producido una cierta corrupción. Lo sustituye por el 'Subsidio de inclusión', con ayudas a desempleados y familias en dificultad. Así, el Ejecutivo aprueba un cheque de 500 euros a las familias con una renta inferior a los 6.000 euros mensuales –se suman otros 280 euros para los que viven en alquiler–, por un período continuo de hasta 18 meses con renovación por otros 12 meses. El cheque dejará de percibirse si se rechaza una oferta de trabajo con un contrato de al menos un mes.

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La oposición reaccionó con duras críticas, sobre todo del Movimiento 5 Estrellas: «Este decreto del Trabajo debería llamarse de precariedad y pobreza», según un comunicado.

La convocatoria de la reunión del Ejecutivo en el Primero de Mayo, un gesto inusual en esta jornada, fue vista como un desafío a la tradicional fiesta de los sindicatos, que mostraron su enfado, en particular la primera central del país, la Confederación General de Trabajadores. Su secretario general, Maurizio Landini, consideró la reunión del Ejecutivo como un desafío a un día «sagrado» para el mundo del trabajo. Según Landini, tal Consejo de ministros fue una elección «deseducativa, un acto ofensivo y arrogante. Es una falta de respeto, porque hoy [por el lunes] es la Fiesta del Trabajo, no del Gobierno».

La primera ministra respondió con dureza: «Si trabajar el Primero de Mayo para Landini es deseducativo, los sindicatos deberían organizar en otro día el 'Concertone'» (en referencia al tradicional concierto celebrado en la Plaza San Giovanni, durante siete horas). Tampoco agradó a los sindicatos que Giorgia Meloni los convocara a la caída de la tarde del domingo para informarles de las medidas decididas por su Gobierno para los trabajadores. En la reunión, la primera ministra consideró las críticas del líder sindical Landini como «incomprensibles»: «Aprobar un Decreto del Trabajo para reducir los impuestos a los trabajadores no es una falta de respeto. Es una señal, una mano extendida. ¡Y hubiera esperado un 'bien hecho, gracias'! Porque creo que estamos de acuerdo en reducir los costes laborales».

Para los sindicatos, Giorgia Meloni hizo propaganda. Pero la primera ministra rechazó las críticas: «Convoqué a los sindicatos –explicó– con un gesto que pretendía ser de atención hacia ellos. A cambio, me llamaron hipócrita. A veces casi parece como si pensaran que solo ellos pueden ocuparse del Primero de Mayo. Como si no quisieran que otros dieran peso a esta festividad».