Gaza suma otros 43 muertos mientras no avanza el acuerdo de tregua tras una semana de negociaciones entre Israel y Hamás

El objetivo es alcanzar una tregua que trace la salida a más de 21 meses de conflicto y destrucción. «Estamos hablando y con suerte vamos a resolver eso la semana próxima», ha manifestado el presidente estadounidense, Donald Trump, quien ya hizo unas declaraciones similares el 4 de julio.

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Siete agencias de la ONU han advertido este sábado que la falta de combustible en Gaza ha alcanzado un «nivel crítico» que constituía un «nuevo peso insoportable» para «un pueblo al borde de la hambruna». «Solo 150.000 litros de combustible pudieron entrar estos últimos días, lo que cubre menos de las necesidades de un día», ha declarado este domingo a AFP el jefe de la red de oenegés palestinas en Gaza, Amjad Shawa. Según él, harían falta «275.000 litros por día para responder a las necesidades esenciales».

En el terreno, la Defensa Civil ha informado de otros 43 muertos en una serie de ataques israelíes en distintos puntos de la franja de Gaza. El portavoz del cuerpo de rescatistas, Mahmud Basal, ha afirmado que 11 personas –entre ellas mujeres y niños– han muerto en una ofensiva contra un mercado en Ciudad de Gaza (al norte del enclave), mientras que un bombardeo en el sureño campo de desplazados de Al Mawasi ha provocado la muerte de tres personas.

Otro de los ataques israelíes, en este caso con un dron, ha alcanzado un punto de distribución de agua potable en una zona para desplazados cerca del campo de refugiados de Nuseirat, donde han muerto 20 personas, entre ellas diez menores, ha denunciado Basal. «Nos despertó el estruendo de dos grandes explosiones. Vimos a nuestro vecino, Abu Yihad al Arbid, y a sus hijos bajo los escombros de su casa bombardeada«, contó a AFP Jaled Rayan, un habitante de Nuseirat.

La oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas confirmó el viernes que casi 800 palestinos han muerto cuando intentaban recoger ayuda humanitaria en los centros de distribución instalados por Israel en la franja de Gaza bajo el control de la Fundación Humanitaria de Gaza israelí-estadounidense (GHF, por sus siglas en inglés).

Allegados de las víctimas lloraban las muertes en el hospital Al Aqsa de Deir al Balah (en el centro de Gaza), junto a los cuerpos envueltos en sudarios de plástico, según imágenes de AFP. La misma escena pudo verse en el hospital Al Awda de Nuseirat, donde había cadáveres tendidos en el suelo, algunos cubiertos de sangre. El Ejército israelí ha confirmado que está examinando estas informaciones.

No obstante, ha afirmado en un comunicado que en las últimas 24 horas su fuerza aérea había «atacado más de 150 objetivos terroristas en Gaza, incluidos terroristas, estructuras con trampas explosivas, depósitos de armas y emplazamientos de misiles». Tel Aviv ha asegurado este domingo que ha matado en las últimas dos semanas a ocho combatientes de las Brigadas Ezzeldín al Qassam, brazo armado del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otro de Yihad Islámica.

No obstante, la situación humanitaria es catastrófica, y la gran mayoría de la población del enclave, que cuenta con más de dos millones de habitantes, se ha visto obligada a desplazarse más de una vez. Ante este contexto, un nuevo barco con ayuda humanitaria de la Coalición de la Flotilla de la Libertad ha zarpado este domingo hacia Gaza desde Sicilia con activistas propalestinos a bordo, con el fin de «romper el bloqueo israelí».

Este último capítulo del conflicto se inició con el ataque sorpresa de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, que causó 1.219 muertos del lado israelí, en su mayoría civiles, de acuerdo con un recuento de AFP en base a fuentes oficiales. Los islamistas secuestraron aquel día a 251 personas. Cuarenta y nueve siguen cautivas en Gaza, de las cuales 27 fueron declaradas muertas por el Ejército de Israel.

Paralelamente, al menos 58.026 palestinos, en su mayoría civiles, han muerto en las operaciones de represalias del Ejército israelí en Gaza, según datos del Ministerio de Salud del Gobierno de Hamás, considerados fiables por la ONU.

Hamás rechaza «por completo» el plan de Israel, que según el movimiento islamista, prevé «el mantenimiento de (sus) fuerzas en más del 40% de la superficie de la Franja de Gaza», ha afirmado este sábado una fuente palestina cercana a las negociaciones citada por AFP. Y añade que las negociaciones en Doha se enfrentan a «obstáculos y dificultades», incidiendo en la «insistencia de Israel» en ese plan. Según la fuente, el objetivo de Israel es «apiñar a centenares de miles de desplazados« en el sur de la Franja, »en preparación de un desplazamiento forzado de la población a Egipto u otros países«.

Una segunda fuente palestina ha hablado de «avances» relativos a la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, y el canje de rehenes por prisioneros palestinos en Israel. «Israel ha demostrado su voluntad de mostrarse flexible en las negociaciones», defendió un responsable israelí la tarde del sábado.

En los últimos días, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reafirmó que, con esta guerra, su país busca liberar a los rehenes cautivos en Gaza, destruir las capacidades militares y de gobierno de Hamás y expulsar al movimiento islamista palestino del enclave.