Los frentes abiertos de Israel para contener la sorprendente ofensiva de Hamás

«La situación podría ampliar la guerra a un segundo frente», concluye un informe de la pasada madrugada elaborado por el think tank estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW). La clave, apunta el estudio, es la posición del autodenominado 'Eje de la Resistencia' (Irán, Siria y Hizbulá). Según el escrito, los miembros del 'Eje de Resistencia' han emitido amenazas que pueden llevar a que la guerra entre Israel y las milicias palestinas se expanda a la región, sobre todo como disuasión ante la potencial virulencia de las represalias israelíes en Gaza.

En el centro del eje de resistencia y pese a su categórico desmentido sobre su participación en la ofensiva iniciada el pasado sábado, este martes el líder supremo iraní Ali Jamenei ha respaldado públicamente a la milicia islamista palestina: «Estamos orgullosos de ellos». Lo cierto es que Teherán y Hamás han ido mejorando sus relaciones en 2014 tras una serie de desacuerdos sobre la influencia regional a principios de la década.

Además, como destaca ISW, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) y Hizbolá han desplegado fuerzas en las últimas horas a lo largo de la frontera suroeste de Siria, sin olvidar que Teherán ha consolidado una gran presencia militar en Siria, que incluye instalaciones de almacenamiento de armas y cuarteles.

Entre tanto, Israel afirma haber recuperado el control de la frontera de Gaza y está plantando minas en áreas donde militantes de Hamás derribaron la barrera después de otra noche de ataques aéreos contra el enclave palestino en represalia por el ataque del fin de semana. En los preparativos de la contraofensiva, Tel Aviv ha llamado a filas el mayor número de reservistas que se recuerda, unos 300.000, en lo que parece ser la antesala de una nueva fase de guerra terrestre.

La Brigada Al Qassam, facción de Hamás, lanzó este lunes un ataque contra la ciudad israelí de Rahat, que está aproximadamente a 30 kilómetros al este de Gaza. «La Brigada Al Qassam también disparó cohetes contra territorio israelí, incluyendo Jerusalén, instando a Hamás. a la gente de la ciudad a atacar a los israelíes y estar a la vanguardia de la resistencia», recopila ISW.

En respuesta, las Fuerzas de Defensa Israelíes llevó a cabo ataques aéreos contra más de 500 posiciones afiliadas a Hamás y la Yihad Islámica Palestina (YIP), incluido el cuartel general de operaciones en Gaza. El Ministro de Defensa israelí ha impuesto un «asedio total» a Gaza, que cortó el suministro de electricidad, alimentos, agua y combustible a más de dos millones de personas.

Pero no solo Gaza centra las miradas de los altos mandos israelíes. Desde el norte, Hizbolá -del que este lunes se difundió un vídeo que llamaba a la acción- ha llevado ataques de artillería contra Israel por segundo día consecutivo y al menos seis miembros de la Yihad Islámica intentaron cruzar al territorio israelí desde el sur del Líbano. Además, continúan saliendo informaciones sobre posibles infiltraciones de terroristas desde los Altos del Golán.

En respuesta, el gobierno israelí ha amenazado con tomar represalias contra la milicia libanesa con la ayuda del grupo de ataque de portaaviones estadounidense si Hizbolá se une a Hamás e su ofensiva. Israel también ha advertido estar considerando atacar Damasco.

Por el momento, la guerra entre el movimiento islamista palestino Hamás e Israel ha obligado a desplazarse desde el pasado sábado a más de 187.500 personas dentro de la Franja de Gaza, ha comunicado la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).

Además de los frentes abiertos en materia militar, la única vía de escape para los civiles de la Franja de Gaza continúa siendo Rafah y la frontera egipcia, desde donde se podría sortear el bloqueo total a la Franja. Sin embargo, según medios israelíes, Tel Aviv ya ha amenazado a El Cairo que bombardearán los camiones que transporten suministro para la zona.