Finlandia acuerda levantar una valla de hasta 260 kilómetros en su frontera con Rusia

Según una propuesta de la guardia fronteriza finlandesa, la valla debería tener una longitud de 130 a 260 kilómetros. El gobierno ahora elaborará propuestas para un proyecto piloto, después de las deliberaciones. Se espera que el parlamento vote la construcción de la valla a finales de este año y las obras comiencen en 2023, después de la correspondiente licitación.

Los guardias fronterizos estiman los costes en «cientos de millones de euros». Se espera que la construcción tome de tres a cuatro años. La oposición ha criticado el coste y la duración de las obras, alegando que el problema de la inmigración ilegal es acuciante.

La idea de partida es una valla metálica en los tramos más vulnerables de su frontera con Rusia, con el objetivo de frenar la inmigración ilegal y la llegada masiva de inmigrantes. La medida, propuesta inicialmente por la Guardia de Fronteras finlandesa, contempla la construcción de una valla de varios metros de altura con concertinas en su parte superior y cámaras de videovigilancia en los tramos fronterizos considerados de mayor riesgo. Inicialmente se construirá un tramo de prueba de unos tres kilómetros en la frontera del sureste finlandés, el más transitado por su cercanía a San Petersburgo, con un coste de unos seis millones de euros. El resto del proyecto será abordado desde esta experiencia previa que se ocupa de la zona de mas urgente gestión.

Finlandia responde así al aumento de las tensiones con Moscú tras la invasión rusa a Ucrania y el proceso de adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN. El Kremlin ha advertido en reiteradas ocasiones a Helsinki de que su entrada en la Alianza Atlántica tendrá graves consecuencias, por lo que el gobierno finlandés teme que Rusia pueda orquestar una crisis migratoria similar a la que tuvo lugar en la frontera entre Polonia y Bielorrusia a finales de 2021. Por ello, el Ejecutivo finlandés aprobó el pasado mes de julio una serie de reformas legales que le permiten hacer frente a una eventual llegada masiva de inmigrantes a su frontera.

Estas enmiendas incluyen una disposición legal para permitir la construcción de cercas y otros tipos de barreras en la frontera para aumentar la seguridad nacional. También incluyen la posibilidad de prohibir temporalmente el derecho a permanecer y circular en áreas cercanas a la frontera en circunstancias excepcionales, por ejemplo, en caso de una fuerte afluencia de migrantes. Asimismo, posibilita centralizar la recepción de solicitudes de asilo en determinados puntos de la frontera, lo que supondría el cierre del resto de los dos pasos fronterizos.