Eslovaquia vetará la entrada de Ucrania en la OTAN

Este pasado sábado, el primer ministro eslovaco ha denunciado que Ucrania, su país vecino, no es un Estado soberano, sino que está bajo control absoluto de Estados Unidos, y que se opone al ingreso de la exrepública soviética a la OTAN. En declaraciones a la cadena pública RTVS previas a la reunión que tiene prevista el miércoles con su homólogo ucraniano, Denys Shmyhal, que tendrá lugar en la ciudad de Uzhhorod, en la frontera entre ambos países.

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«Le diré que estoy en contra del ingreso de Ucrania en la OTAN y que lo vetaré», ha adelantado Fico, que argumenta que la entrada de Ucrania en la Alianza Atlántica «sería simplemente una base para la Tercera Guerra Mundial». «Le confirmaré que no recibirá armas en lo que respecta al ejército eslovaco y a los suministros del Estado», dijo también el jefe del gobierno eslovaco, una de cuyas primeras decisiones al frente del ejecutivo fue retirar a su país de las sanciones europeas adoptadas contra Moscú. Fico defiende que «no hay solución militar para el actual conflicto en la exrepública soviética» y que «Kiev va a tener que ceder una parte de su territorio».

Desde que Fico logró formar gobierno, Eslovaquia se ha alineado con Hungría para defender los argumentos de Putin y para rechazar lo que tanto él como el ultranacionalista Viktor Orbán consideran el intento de la Unión Europea de crear un «superestado» que quitará competencias a los países miembros. Fico ha aclarado que no autorizaría el arresto del presidente ruso Vladimir Putin, a pesar de la orden internacional, si alguna vez viajara a Eslovaquia.

«Sus relaciones con Rusia están determinadas históricamente por el lema socialista 'Con la Unión Soviética para la eternidad'», escribe Michal Vasecka, en su libro titulado «Fico: obsesionado por el poder». Fico, de hecho, comenzó su carrera en el Partido Comunista cuando era abogado. En 1999 abandonó el Partido de la Izquierda Democrática (SDL), heredero político del Partido Comunista, para fundar el suyo propio, el Smer-SD, que en 2006 obtuvo una primera victoria. Fico lanzó entonces una coalición con el ultraderechista Partido Nacional Eslovaco (SNS) y reforzó su popularidad durante la crisis financiera mundial de 2008 y 2009 al negarse a imponer medidas de austeridad. Durante la crisis migratoria de 2015, se opuso a «dar origen a una comunidad musulmana distinta en Eslovaquia» y rechazó la acogida de refugiados.

Hubo de dimitir, a causa de la extendida corrupción y del asesinato a tiros del periodista Jan Kuciak, y fueron fondos rusos los que le permitieron volver a presentarse el año pasado, en el que obtuvo el 23% de los votos. Las encuestas señalan también que la población del país en el que están siendo desplegadas las tropas españolas no es tan amistosa con la OTAN como en otros territorios. Según un sondo de Blobsec, el 69% de los eslovacos considera que Ucrania provoca innecesariamente a Rusia y sólo el 40% culpa al Kremlin de la invasión.