«Cuba se juega muchas cosas con las elecciones de EE.UU.»

Como todos los cubanos que reciben remesas familiares desde los Estados Unidos, José Miguel podría verse afectado a consecuencia de las modificaciones anunciadas el pasado 23 de octubre por el Departamento del Tesoro respecto a las regulaciones para el control de activos cubanos. La empresa militar cubana Financiera Cimex S.A., encargada de garantizar las remesas a Cuba y contraparte de la Western Union en estas operaciones , integra la lista de entidades restringidas de la OFAC que reúne lo negocios vinculados a los militares y al aparato de inteligencia cubanos.

Las autoridades del régimen anunciaron que estas regulaciones forzarían el cierre definitivo de las 407 ventanillas de pago de Western Union existentes en la isla y, por ende, el corte de envíos de remesas familiares.

No obstante, José Miguel prefiere que Donald Trump salga reelecto para su segundo mandato, y considera justas las sanciones económicas y financieras contra el régimen de La Habana.

«La economía cubana actualmente está actualmente en camino a la dolarización total, sin embargo, nuestras familias nos envían dólares estadounidenses y el Gobierno cubano nos entrega una moneda, CUC, con la cual no podemos comprar absolutamente nada en el país: ni alimentos, ni aseo, ni productos básicos, ni celulares, ni medicamentos», coincide José Miguel.

Los habaneros que ofrecen sus simpatías al candidato demócrata Joe Biden perciben que una presidencia bajo su administración se traduciría en una política menos hostil contra Cuba, al menos en el ámbito económico, y un regreso a la normalización de las relaciones diplomáticas establecidas en la era de Barack Obama.

Reiteradas declaraciones de Joe Biden, que incluso llegaron a catalogar de exitosos varios aspectos de la llamada «Revolución cubana», dejaron entrever que flexibilizará las sanciones contra Cuba y retomará las relaciones bilaterales . Durante una entrevista concedida el pasado 30 de octubre a Diario Las Américas, Biden aseguró que, de resultar electo, su política hacia Cuba se regiría por dos principios.

«Primero, los estadounidenses, especialmente los cubanoamericanos, serán los mejores embajadores de la libertad en Cuba. En segundo lugar, empoderar al pueblo cubano para que determine su propio futuro es fundamental».

Para Ana Margarita Gordillo , maestra de la enseñanza primaria, la familia está por encima de cualquier otro diferendo, y considera que la elección de Biden representaría menos agresividad en temas sensibles como inmigración y embargo económico.

«Los cubanos necesitamos profundamente una mejor calidad de vida en todos los sentidos, pero también esa mejora debería ir acompañada de paz, y desde mi visión personal, las sanciones de Estados Unidos no afectan de ninguna manera a los militares sino al cubano de a pie sin importar que reciba o no remesas», considera Ana Margarita.

Un sondeo entre los habaneros, respecto a los comicios electorales en los Estados Unidos, otorga más apoyo al candidato republicano Donald Trump para su reelección. Estos criterios ciudadanos están sustentados en que la política del expresidente Obama, percibida como similar a la propuesta de Biden, no traerá cambios significativos en tanto la retórica del régimen cubano «no ha variado en sesenta años bajo ninguna presidencia en los Estados Unidos», en opinión del joven informático Sandor Valladares .

«No se trata de quién sea electo en Estados Unidos ni de cuál sea la naturaleza y hondura de las sanciones económicas. De lo que se trata es de democracia y de libertades ciudadanas, y eso el Gobierno cubano no lo ha ofrecido en seis décadas bajo ninguno de los mandatos tanto de republicanos como de demócratas. El llamado acercamiento pronunciado y llevado a cabo por Obama no cambió en nada la realidad de la isla y habría que ser muy ingenuo para creer lo contrario», puntualiza Sandor, a quien el presunto cierre de las oficinas de Western Union en el país lo afectará directamente.

Las remesas familiares , quizá el tema más puntual para los cubanos en la isla, es a su vez la fuente de ingresos más sustancial del régimen cubano que ha evitado hacer públicas las cifras a las que ascienden estos ingresos. La asociación The Havana Consulting Group estima que, solo en 2018, alrededor de 6.600 millones de dólares llegaron a la isla por concepto de remesas, ya fuere en efectivo o en mercancías.

Aunque una reelección de Donald Trump implicaría el arrecio de las sanciones económicas contra Cuba, entre ellas una afectación a las vías de envío de remesas familiares, los simpatizantes del republicano recordaron que, con este, el régimen cubano se vio obligado a reconocer aspectos que nunca había admitido anteriormente como los ingresos que se embolsa con la venta de servicios médicos en el extranjero.

«No digo que Trump sea mejor para los cubanos, pero al menos no otorga concesiones gratuitas al Gobierno cubano. Por otro lado, Biden está mucho más lejos teniendo en cuenta que, a la larga, la política de Obama por historia demostrada no marcó una ruta de cambios significativos dentro de Cuba»; concluye Sandor.