«Tío Bernie» o por qué Sanders ha conquistado el voto hispano

Este cortejo de Biden es una simple estrategia electoral, pero lleva a un ejercicio de contraste con el de otra minoría: la hispana. Su voto es cada vez mayor -superará por primera vez al voto negro en las presidenciales de 2020-, y más demócrata. Hoy se vota en Carolina del Sur , pero dentro de cuatro días se celebra el Supermartes, la gran cita electoral de las primarias, con una quincena de estados en juego, y donde el voto hispano será más decisivo que nunca. Votarán, entre otros, California y Texas, los estados que más delegados reparten y que más votantes hispanos tienen en EE.UU. Sin embargo, la atención de los candidatos y de la opinión pública parece inferior a su peso político.

«Muchos candidatos no han bajado a Texas tanto como debieran si se tiene en cuenta el creciente número de votantes hispanos»; asegura Irma Reyes , directora de operaciones del Caucus de Legisladores Mexicano-americanos en la Cámara de Representantes del estado de Texas (MALC, en sus siglas en inglés). Aunque es un electorado con una abstención históricamente alta, los números son ahora apabullantes: los votantes hispanos han crecido un 137% entre 2014 y 2018 y dos de cada cinco nuevos votantes registrados pertenecen a esta comunidad. Además, cada vez votan más a los demócratas: en las presidenciales de 2004, el republicano George W. Bush y el demócrata John Kerry casi empataron (50%-49%), mientras que en 2016 Donald Trump se quedó en un 16% y Hillary Clinton consiguió un 80%.

Ahora, cuando la suerte de los candidatos demócratas depende de su voto aquí en Texas o en California, los pretendientes hacen mayores esfuerzos e inundan las televisiones e Internet de anuncios en español -muchas veces con una gramática torpe-. Para algunos, es demasiado poco y demasiado tarde. «¿Estamos siempre en el foco?», se pregunta Angélica Razo , coordinadora en Texas de la organización Mi Familia Vota, que trata de mejorar la participación electoral de los hispanos. «Quizás no, y ellos se lo pierden. Pero nosotros tenemos muy claro que la comunidad latina será el factor decisivo», explica. «Ya no se puede despreciar al voto hispano», concluye.

El candidato que más en serio se ha tomado a los hispanos es, probablemente, Bernie Sanders , que ha labrado sus apoyos en esta comunidad desde las primarias de 2016. Las últimas encuestas muestran que obtiene un 50% de su apoyo en California y un 36% en Texas, muy distanciado de sus rivales. Su principal apoyo son los jóvenes, son un electorado en ebullición entre los hispanos (en Texas los votantes de entre 18 y 25 años pasaron de 33.000 en 2014 a 185.000 en 2018).

Cerca de las oficinas del MALC en el Capitolio está el campus de la Universidad de Texas. En la escalinata de su edificio principal un grupo de estudiantes se reúnen para desplegarse por el campus y convencer a votantes. Entre ellos hay hispanos, como Julio Salinas , que asegura que Sanders «es el único candidato que se da cuenta de verdad de que nuestra comunidad sufre». Lleva en la mano un cartel con el lema «Bernie le gana a Trump», una respuesta a la teoría, defendida por muchos demócratas, de que el líder socialista no evitaría la reelección del presidente. «Bernie está llevando a las urnas a gente joven y a latinos como nunca antes nadie lo había hecho. Lo mismo con independientes, con trabajadores».Incluso su abuela, que es ciudadana estadounidense pero vive en México, cruzará la frontera para votar por el senador.

A su lado, Wendy Rodríguez insiste en que Sanders ha electrizado a su comunidad como nunca nadie lo había hecho y que «es el único que nos representa». ¿Por qué conecta tanto «Tío Bernie», como le llaman sus jóvenes seguidores hispanos, cuando es un neoyorquino, judío, varón y blanco de 78 años? «Porque lo vemos casi como familia», responde. «Él no ha vivido la experiencia latino, pero es de una familia de inmigrantes y nos representa mejor incluso que algunos candidatos latinos».