Disidentes cubanos denuncian el acoso del régimen en España: «Sabemos que estás cerca de tu casa»
Agentes castristas interpelaron hace unos días al periodista Abraham Jiménez Enoa en Barcelona, cuando acababa de recoger a su hijo de la guardería
Activistas opositores, como Carolina Barrero, Hamlet Lavastida y Yunior García, relatan a ABC otras intimidaciones sufridas
Editorial: El régimen cubano sigue acosando a sus disidentes
Abraham Jiménez Enoa: «El régimen barrió toda la oposición dentro de Cuba»

«En Barcelona, a una cuadra de donde vivo acá, mientras llevaba a mi hijo en su cochecito, dos hombres cubanos pasaron por mi costado y me gritaron: ¡Abraham, sabemos que estás cerca de tu casa!. Me detuve, los miré y miré a mi hijo, ... que me preguntó: ¿papá qué pasa? Los hombres se rieron. Siguieron riendo mientras se alejaban. Por mi hijo, decidí quedarme parado. De lejos detallé la ropa de los dos hombres: vestían pulóvers de cuello por dentro de sus pantalones. La pinta clásica de los segurosos cubanos. El pasaje me hizo viajar a mis últimos días en Cuba, donde no podía ni dar un paso sin sentirme vigilado, observado, sin que me provocaran en la calle. La Seguridad del Estado no va a descansar, no va a detener sus métodos mafiosos, su único fin es intentar amedrentar a quienes denunciamos los atropellos del régimen, aunque estemos a un océano de distancia. De más está decir que no me voy a quedar, jamás, en silencio». Este texto no forma parte de ninguna novela de ficción. Es el relato realizado en primera persona –y colgado en su página de Facebook– del periodista y escritor cubano Abraham Jiménez Enoa, con el que denunció haber sido amenazado por agentes o simpatizantes del régimen castrista a pocos metros de su casa, en la Ciudad Condal.
Exiliado en España desde principios de 2021, Abraham Jiménez Enoa es uno de los fundadores de la revista independiente cubana 'El Estornudo' y colabora en 'The Washington Post', donde retrata la realidad que vive Cuba, labor que ha sido reconocida con varios galardones, el último hace unos días al recibir uno de los cinco premios a Periodista del Año que entrega la organización One Young World a reporteros con un trabajo de impacto en diferentes países o comunidades del mundo.
Premio y amenazas
Quizá este reconocimiento fue el detonante de lo que le sucedió una semana después: un toque de atención del régimen para quebrar la tranquilidad y éxito del que disfrutaba, hasta entonces, Jiménez Enoa fuera de Cuba. «Me sorprendió. No pensé que algo así me pudiera pasar», confiesa a ABC desde Barcelona. El incidente sucedió el 25 de julio, cuando iba a buscar, como todas las tardes, a su hijo a la guardería. «Siempre hago el mismo camino. A la vuelta nos paramos en una cafetería a merendar». Y vuelve a relatar lo sucedido. Asegura que cuando escuchó el acento cubano se quedó «paralizado». Las dos personas que estaban junto a él reunían todas las características «de los agentes de la seguridad del Estado cubano, pero también de funcionarios o diplomáticos cubanos».
El también escritor –es autor de 'La isla oculta' (Libros del K.O.)– confiesa que este, aunque es el más importante y preocupante, no es el único incidente que ha sufrido desde que salió de la isla. «Fui a dar una charla a Ámsterdam sobre cómo es hacer periodismo en Cuba y un hombre se levantó y comenzó a desacreditarme», recuerda. «Terminado el acto, esta persona comenzó a gritarme y a manotearme. Agentes de seguridad del acto tuvieron que quitármelo de encima». Más recientemente, durante la Feria del Libro de Madrid, recuerda que un cubano no dejó de seguirle por el Retiro. Después de todos estos incidentes, reconoce que se siente «totalmente vigilado». Esta amenaza le ha vuelto reconectar con la sensación con la que vivió en Cuba hasta que salió de la isla y «que de alguna manera había podido superar aquí. Estar lejos del régimen me hacía sentirme liberado, al menos hasta ese día, pero está claro que no es así», lamenta el periodista.
Varios organismos han denunciado lo sucedido a Jiménez Enoa y han pedido a los mossos de Barcelona y al Gobierno de España actuar contra situaciones como esta: «Las autoridades españolas deben realizar una investigación exhaustiva sobre las amenazas contra Jiménez y su familia y asegurarse de que permanezcan a salvo. Corresponde a España y otros países de la Unión Europea garantizar la seguridad de los periodistas que se enfrentan a amenazas dentro de sus fronteras», publicó el Comité para la Protección de Periodistas.

«Estar lejos del régimen me hacia sentirme liberado, al menos hasta ahora; está claro que no es así»
Abraham Jiménez Enoa
Periodista y escritor cubano exiliado
Jiménez Enoa admite que no ha realizado ninguna denuncia ante la policía «porque no tengo un nombre o un rostro que darles». A esto se suma que una denuncia de este tipo, de una persona que está asilada pero no es residente en el país, «siempre termina en la embajada, y eso sería como morderme la cola. Me estoy asesorando a nivel legal porque Cuba no es un país normal», agrega.
Silenciar las denuncias
La amenaza contra Jiménez Enoa es quizá el incidente más notable, pero no es la única muestra de acoso o intimidación que sufren los disidentes cubanos que viven en España o en Europa. Especialmente aquellos que tienen más visibilidad a la hora de denunciar en foros internacionales las violaciones de derechos humanos y la represión que ejerce el Gobierno cubano sobre la población, acentuada tras las protestas históricas del 11 de julio de 2021, que provocaron el exilio forzado de numerosos activistas a otros países. Es en ellos donde los agentes castristas realizan un seguimiento de muchos de ellos para amedrentarlos. «Me parece inadmisible que suceda esto fuera de las fronteras de Cuba en una supuesta democracia», recalca Jiménez Enoa.
La denuncia pública realizada por el periodista ha desempolvado otros incidentes sufridos por activistas que han denunciado los abusos del Gobierno cubano. Es el caso de la hispano-cubana Carolina Barrero, que se vio forzada a abandonar la isla tras las protestas del 11-J y que actualmente vive en Madrid. La historiadora del arte participa de manera asidua en foros internacionales donde denuncia la situación de Cuba. Fue en uno de estos viajes, en una protesta en Bruselas con motivo de la participación del presidente Díaz-Canel en la Cumbre de la UE y la Celac, donde Barrero sufrió una amenaza. «Una persona me avisó de que le habían dicho que si yo participaba me iban a golpear y que me preparara para las consecuencias». Querían evitar que la presencia de la activista «diera más visibilidad» a la protesta. Ella no declinó su asistencia.

«La persecución que sufren los disidentes en Cuba no para allí, sobre todo si continúas haciendo denuncias que le molestan a la dictadura. Te siguen dando seguimiento»
Carolina Barrero
Activista e historiadora del arte hispano-cubana
En cuanto al historial de acoso que ha sufrido, la historiadora se refiere a la presencia constante de determinadas personas en varios de sus actos, como el caso de una supuesta activista ucraniana en el Oslo Freedom Forum, que luego se descubrió que había entrado con pasaporte falso al país y se trataba en realidad de una ciudadana rusa.
Barrero reconoce que estando en España ha tenido la sensación de estar bajo vigilancia, «aunque no todo el tiempo». Cualquier persona que lleve algún distintivo cubano, como una simple gorra de béisbol, le hace saltar del asiento y alejarse de ella. Es consciente de que la persecución que sufren los disidentes en Cuba «no para allí, sobre todo si continúas haciendo denuncias que le molestan a la dictadura. Te siguen dando seguimiento».
Un seguimiento del que los agentes de la seguridad del Estado advierten –y amenazan– incluso antes de que los opositores abandonen la isla. Ese fue el caso del artista visual Hamlet Lavastida, exmiembro del Movimiento San Isidro que fue encarcelado durante varios meses por una intervención artística que no llegó a producirse. Crítico con el régimen, le liberaron con la condición de salir del país. Actualmente vive en Berlín, pero viaja con asiduidad a España. «A mí no me ha pasado lo de Abraham, pero me dijeron específicamente que eso me iba a ocurrir», explica Lavastida a ABC desde la capital alemana. «Me advirtieron antes de mi salida de Cuba que iban a estar vigilándome y buscándome. Es una manera de prepararnos».

«Me advirtieron antes de mi salida de Cuba que me iban a estar vigilando y buscando. Es una manera de prepararnos»
Hamlet Lavastida
Activista y artista visual cubano exiliado
El pasado mes de septiembre, varios agentes del Estado visitaron a su madre «y le dijeron que estaban atentos a lo que yo hacía, y que iba a regresar a Cuba e iban a tomar medidas». En ese momento Lavastida se encontraba en España. «De alguna manera ellos tenían conocimiento de lo que iba a hacer».
Represión trasnacional
Algo en lo que coinciden todos los disidentes cubanos que viven en el exterior es en vigilar su entorno, que nadie sospechoso se acerque a su círculo más íntimo. «Aquí en Berlín hay muchos simpatizantes del régimen cubano y yo tengo muchísimo cuidado», afirma Lavastida, al mismo tiempo que asegura que el «estado de paranoia, de inseguridad sigue existiendo porque ellos te lo dicen: te vamos a estar vigilando». Reconoce, sin embargo, que este acoso «es muy difícil de probar, porque Cuba es un Estado que funciona en la oscuridad, las prácticas de inteligencia no dejan rastro. Si Abraham no hubiera dicho nada, hubiera pasado desapercibido», señala.
El objetivo de esta intimidación es, en opinión de Lavastida, «atemorizarte, tenerte en un estado constante de shock, de paranoia, de no poderte realizar como un individuo normal, que tengas a la policía en tu cabeza de manera permanente». También es una forma de mandar mensajes: «Estamos aquí y podemos hacer lo que queramos». Es la exportación del régimen de terror que se vive en la isla al resto de países. «Tienen una maquinaria bien engrasada y las tácticas se parecen cada vez más a las de Rusia. Es represión trasnacional».
Yunior García, uno de los fundadores de la plataforma opositora Archipiélago que tras el 11-J promovió la manifestación del 15 de noviembre de 2021, frustrada por el régimen, también ha sufrido los embates de los simpatizantes castristas, que en su opinión están orquestados «desde la embajada».
«Muchos de los que participan en las manifestaciones de violencia contra opositores vienen de parte de la embajada [cubana]»
Yunior García
Activista y dramaturgo cubano exiliado
El dramaturgo explica que desde que llegó a España, en noviembre de 2021, ha sufrido tres incidentes: «El primero fue un escrache por parte de grupos de izquierda en la Universidad Complutense, donde fui con Leopoldo López [el opositor venezolano]; después tuvimos otro realizado por cubanos de Vox, en una protesta frente a la embajada de Cuba; y el último fue junto a mi esposa en una tienda, en la que apareció un cubano que empezó a insultarnos y a atacarnos. Cuando sacamos el teléfono para grabarlo, él se alejó», recuerda. Admite que se producen muchas manifestaciones de violencia contra disidentes, y que en muchas de ellas los que desestabilizan «vienen de parte de la embajada [cubana]». También cree que el régimen «no solo utiliza a personas que son abiertamente favorables a él, sino a sus infiltrados en movimientos de la oposición para atacar a otros opositores».
Esta situación de violencia ha provocado que su esposa, también cubana, viva en «un constante temor» de que la acosen en su puesto de trabajo, que es público. En cuanto a si se siente vigilando, Yunior no lo duda: «No quiero ser paranoico, pero obviamente sí».
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