Abraham Jiménez Enoa: «El régimen barrió toda la oposición dentro de Cuba»
El escritor y periodista independiente cubano, que logró salir al mundo a los 33 años, retrata en 'La isla oculta' las vidas marginales de un país agitado en los últimos años por las protestas
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Iniciar sesiónNo es lo mismo salir de Cuba que salir de cualquier otro país por primera vez. Salir de Cuba es caer en el mundo, comprobar que Cuba es una isla secuestrada por un sistema político que ha provocado que el país se encuentre aún en ... el siglo XX», asegura el periodista independiente cubano Abraham Jiménez Enoa en el epílogo de su libro 'La isla oculta' (Libros del K.O.). En éste volumen, el autor recoge una serie de artículos en los que realiza una radiografía entre íntima y surrealista de la vida marginal que habita la isla, «desconocida incluso para muchos cubanos»; así como su propia salida del paíss después de estar cinco años 'regulado' (con prohibición de abandonar Cuba) por el régimen.
Jiménez Enoa nos desvela en este volumen la existencia de 'los acuáticos', comunidad singular en proceso de extinción; la cotidianidad de Ernesto, un jinetero (prostituto) que cuadra la agenda milimétricamente para que no se le solapen las turistas; la frustración de la boxeadora Namibia Flores, que tiene prohibido pelear en la isla por ser mujer; las peculiaridades de Cándido Fabré, el hombre pájaro; la vida de Argelia Fellove, una lesbiana que ha sobrevivido a un largo y doloroso historial de violencia extrema; o la disidencia del biólogo Ariel Ruiz Urquiola, que durante décadas ha cuestionado las mentiras oficiales del Gobierno cubano.
«Me interesaba contar la Cuba subterránea, esa que no está en los medios, donde habitualmente aparece por temas puntuales. Y para hacerlo he utilizado personajes y voces que rozaran la subrealidad», explica Jiménez Enoa durante una entrevista con ABC a escasos metros del parque del Retiro, en Madrid.
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'La isla oculta' no es un texto ideológico ni activista, sino un espejo que refleja historias personales y también colectivas –el Movimiento San Isidro, el 27-N, las protestas del 11 de julio de 2021–, algunas de las cuales han convulsionado la isla en los últimos años. «Cuba siempre está tratada desde los extremos: el odio y el abrazo. A mí me interesaba, como ejercicio profesional, poner una cámara fija y que la gente transitara por delante de ella sin que yo apareciera. Al menos al principio –matiza–, después el curso de los acontecimientos me hicieron estar presente».
Jiménez Enoa, que durante años ha sufrido arrestos arbitrarios –«perdí la cuenta»– y acoso de los agentes de la Seguridad del Estado por su actividad como periodista independiente –es uno de los fundadores de la revista 'El Estornudo'–, se refiere a ese epílogo en el que relata cómo fue su salida de Cuba el 9 de enero de 2021. «Cuando pensé hacer este libro, quise contar el país en el que había estado encerrado, una especie de prisión política». Cuando le «sacaron» –recibió una llamada de teléfono informándole de que podía recoger su pasaporte–, decidió relatar también lo que ha supuesto para su «salud mental y su familia» abandonar la isla, y acostumbrarse al «capitalismo». Elegir entre toda la oferta que hay en las tiendas, repletas de productos, le provocó ansiedad tras aterrizar en España, confiesa en el libro. «En Cuba no se puede elegir».
La generación del 'deshielo'
Jiménez Enoa (La Habana, 1988) pertenece a esa generación de jóvenes que vieron en el 'deshielo' de las relaciones entre EE.UU. y Cuba –iniciado por Barack Obama– una posibilidad para que se produjeran cambios en Cuba, algo que fue de la mano de la llegada de internet. «Nació una ilusión con la apertura, el empoderamiento de los pequeños empresarios cubanos y de la sociedad civil, el nacimiento de la prensa independiente... Surgió una generación joven que hizo mover el estatus quo del país». La llegada de Trump a la Presidencia de EE.UU. en 2016 y el «frenazo» del Gobierno cubano, «porque se dio cuenta de que el país se le estaba yendo de las manos», cambiaron las perspectivas de futuro de esa generación. «Pero la sociedad civil siguió viva, dando lugar a un choque brutal entre esta y el Gobierno», señala.
Lazos con el castrismo
El autor no siempre estuvo del lado de las barricadas. Perteneciente a una familia con estrechos lazos con el castrismo –su padre trabajó para el Ministerio del Interior y el Che Guevara fue padrino en la boda de sus abuelos–, comenzó a comprobar que las cosas no eran como las pintaba el régimen cuando entró en la universidad: «Crecí en una familia pro revolucionaria, pro gobierno, admirando al Che y a Fidel. Empecé a abrir los ojos cuando decidí que quería hacer periodismo. Y ahí es donde comencé a darme cuenta de que todo era una falacia», recuerda.
Su incipiente rebeldía pasó factura a su familia: «Mi padre tuvo que retirarse por las presiones de su jefe, que le pedía que yo dejara de escribir; a mi madre y a mi hermana las expulsaron del trabajo. Esto es totalitarismo». A pesar de ello, considera que su experiencia «sirvió para que mi familia abriera un poquito los ojos».
Como periodista, Jiménez Enoa ha sido testigo del nacimiento y eclosión de Movimiento San Isidro, compuesto por jóvenes artistas como Luis Manuel Otero Alcántara, perseguido por el régimen y en prisión desde el 11-J cuando estallaron las protestas más importantes en las últimas décadas. «Yo era uno de los pocos periodistas independientes que quedaba en la isla». La represión por las protestas, «que el régimen elevó a niveles nunca vistos», lo dejó envuelto en una soledad insoportable. «La generación que participó en ellas está en el exilio, y los que no están fuera, están en la cárcel. Hoy en Cuba casi no quedan periodistas independiente, ni activistas... Ahora mismo hay un desierto político en la isla. Barrieron con todo. Es cierto que es un exilio articulado, que no abandonan la causa cubana –admite–, pero a fin de cuentas están en el exilio, desde donde lo que haces tiene una incidencia limitada sobre el Gobierno y la realidad cubana».
«Cuando estás en el exilio, lo que haces tiene una incidencia limitada sobre el Gobierno y la realidad cubana»
Abraham Jiménez Enoa
Periodista independiente cubano
El escritor forma parte de esa lista de expulsados de Cuba que ha ido creciendo en los últimos dos años: «Antes de internet el Gobierno utilizaba la estrategia de la 'regulación' para que la realidad del país no saliera de la isla, pero internet rompió con eso, y empezaron a bloquearlo y a censurar a los medios independientes a través de leyes. Ahora prefieren que estemos fuera, y que gritemos fuera». Es la misma estrategia que siguen otros países. «Nicaragua y Venezuela son papel carbón del castrismo, son regímenes que han nacido del auspicio del régimen cubano. La represión es idéntica».
Por último, lamenta que, gracias a la coyuntura internacional –la guerra en Ucrania, las protestas en Perú...–, el foco sobre su país se haya desplazado. «El régimen vive un buen momento. Cuba ha desaparecido de la palestra y eso le viene muy bien».
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