El día después: comienzan los movimientos para pactar los cargos institucionales

También en el Parlamento Europeo tienen un plazo y en su caso más largo pero más estricto para cerrar los nombramientos de los principales puestos. Aparte de la presidencia, en la que se da por seguro que permanecerá la maltesa Roberta Metsola en la primera mitad de la legislatura, se tienen que elegir los 14 vicepresidentes y los presidentes y miembros de las distintas comisiones sectoriales, además de los cinco cuestores, que tienen un papel muy relevante en la Mesa del Parlamento donde se encargan de tareas consultivas y técnico-administrativas.

A la vista de los resultados se da por seguro que en esta legislatura se elegirá por primera vez al menos un vicepresidente de uno de los grupos de derecha radical, algo que los demás partidos han tratado de impedir hasta ahora. El proceso de elección de las comisiones parlamentarias también podría desembocar en la posibilidad de que alguno de sus miembros alcance una presidencia. Los votos para elegir vicepresidentes de la cámara y presidentes de las comisiones se llevan a cabo de forma muy directa y rápida, de manera que los apoyos y los rechazos se pueden entrecruzar de forma inesperada. Las comisiones sectoriales tendrán un papel determinante en las audiciones (o audiencias) a las que someterán a los candidatos a comisarios que formen el nuevo equipo. Ese examen es extremadamente riguroso y a los eurodiputados les gusta «suspender» a al menos uno de los propuestos y en ocasiones acaban siendo dos si hay que buscar el equilibrio entre los dos principales grupos para compensarlo.

Sin embargo, los jefes de Estado o de Gobierno tienen ahora tres semanas para preparar la elección de los demás cargos institucionales. Si se confirma la continuidad de Von der Leyen, es muy probable que el grupo socialista reclame entonces la posición de presidente del Consejo porque los populares insisten en que esta legislatura quieren a uno de los suyos como Alto Representante, en sustitución de Josep Borrell, que es seguro que tampoco repetirá mandato. El Alto Representante forma parte a la vez de la Comisión y del Consejo, de modo que no tiene que someterse a ese escrutinio que han de superar los comisarios, pero tal como están las cosas no será fácil encontrar una figura que concite el consenso de todos los países ahora que hay dos crisis graves en el espacio geográfico inmediato a la UE. En todo caso, por ahora no se ha escuchado el nombre de ningún candidato. La tradición indica que suele ser un ministro de Asuntos Exteriores en ejercicio.

Sin embargo, el asunto más importante será saber si Von der Leyen puede conseguir una mayoría que la respalde. En la anterior legislatura hubo un intento serio de saltarse la tradición y tratar de formar una mayoría solo de izquierdas y verdes para impedir que el puesto fuera a parar a alguien del Partido Popular Europeo. Con los primeros resultados conocidos es poco probable que se pueda dar esta combinación.