Cuba cierra uno de sus años más difíciles, marcado por el colapso energético y económico

La isla atraviesa actualmente escasez de insumos básicos (alimentos y medicinas) y de combustible, los cortes de electricidad son continuos y prolongados, la inflación ha aumentado alrededor de un 30% en relación al 2023 y el éxodo ha tenido proporciones catastróficas: más de un millón de cubanos se han marchado en los últimos tres años. En un año, el salario mínimo mensual cayó de 7,5 a 6,18 euros y la pensión mínima, de 5,35 a 4,4 euros. Según las cifras oficiales, el 35% de las viviendas está en mal estado técnico.

No obstante, con su habitual tono triunfalista y tal y como hiciera en años anteriores, Díaz-Canel aseguró que el país saldrá adelante y pidió al pueblo seguir resistiendo con «rebeldía» e «intransigencia».

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Camila Acosta

«Ya no aguantamos más», aseguró un cubano bajo condición de anonimato. «Llevo meses cocinando con leña porque no hay gas licuado, sobreviviendo con lo poco que consigo a diario porque, como quitan la corriente hasta 20 horas seguidas, no puedo guardar nada en el refrigerador», declaró una cubana residente la provincia de Villa Clara. Otro cubano residente en Camagüey, en el centro de la isla, denunció que «el agua la ponen cada diez días, a veces más, porque si no hay combustible para las termoeléctricas, qué va a haber para bombear agua».

El descontento popular se ha manifestado en cientos de protestas en las calles a lo largo del año. Pese a que Díaz-Canel amenazó con la aplicación de la pena de muerte para aquellos que participaran en manifestaciones, entre enero y noviembre tuvieron lugar 7. 683 protestas, denuncias y acciones cívicas, según el Observatorio Cubano de Conflictos. Las más importantes, desde julio de 2021, ocurrieron en marzo cuando miles de cubanos en Bayamo, provincia de Granma, y varias localidades en la provincia de Santiago de Cuba, ambas en el extremo oriental del país, se manifestaron en contra del sistema; el detonante fueron las carencias, pero en todas se coreaban consignas antigubernamentales como 'patria y vida', 'libertad' y 'abajo la dictadura'.

A finales de 2023, la CEPAL concluyó que Cuba era uno de los cinco países del continente con «inflación crónica». El año 2024 comenzó con un 'paquetazo económico' que generó gran rechazo en la población. Menos de 48 horas después de posponer la entrada en vigor del aumento en más de un 500% del precio del combustible, principal medida del programa, destituyeron a uno de los principales impulsores del proyecto, el viceprimer ministro y ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández. Desde entonces, aunque han circulado rumores de corrupción, no se han emitido más comunicados al respecto. Meses más tarde, fue destituido el viceprimer ministro, Jorge Luis Perdomo Di-Lella, por incurrir en «errores en el desempeño de sus funciones».

Entre los planes del régimen para 2025 está el de implementar una serie de medidas económicas que incluyen la eliminación gradual de la canasta básica subsidiada (libreta de abastecimiento), una nueva tasa de cambio de divisas para «mayor flexibilidad» y un plan energético que ni siquiera garantizará la mitad del consumo nacional.

Si bien el régimen prevé un incremento del 1% en su Producto Interno Bruto (PIB) para el año 2025, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) desmiente este dato en su Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe correspondiente a 2024, en el que sitúa Cuba y Haití como los únicos países de la región que registrarán tres años continuos de contracción económica entre 2023 y 2025.

Según el Centro de Documentación de Prisiones Cubanas Justicia 11J, desde noviembre de 2023 han fallecido en prisión cuatro manifestantes del estallido social de julio de 2021. El 2024 cierra con 155 nuevos presos políticos para un total de 1.148, según la ONG Prisoners Defenders (PD); entre ellos se hallan al menos 33 menores de edad y 70 condenados con discapacidades mentales y/o psiquiátricas. Todos son sometidos a torturas físicas y psicológicas y se les niega la asistencia médica. Para Javier Larrondo, presidente de PD, 2024 «ha sido un año de máximos de represión y miseria, de éxodo y separación familiar, de tristeza y agonía». «Hay hambre en Cuba. Por si todo eso fuera poco –continúa–, quejarse supone, para la mayoría que lo haga, acabar en prisión. Estamos siendo testigos de cómo se somete a un pueblo a esclavitud mediante crímenes de lesa humanidad continuados y sin límite», declaró a ABC.

En la misma línea se expresó Yaxis Cires, director de estrategia del Obsevatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), que señaló que Cuba despide el año entre la extrema pobreza, los apagones y la represión. «El régimen sigue enquistado y el peso de su crisis general lo cargan los ciudadanos: al menos el 89% de las familias viven en la pobreza extrema, con apagones de más de 15 horas y sin esperanza de que las cosas mejoren. Paradójicamente, es a esa mayoría de pobres, a la que desde una élite privilegiada le exigen sacrificios».

La situación del país empeora cada día desde todos los ámbitos, incluida la violencia social y el consumo de drogas. Y, según el economista cubano Emilio Morales, «no hay ningún indicio de que la situación vaya a mejorar», el régimen «está tocando fondo y salvavidas no hay ninguno». «Estamos –señala– viviendo el momento más vulnerable del régimen cubano en toda su historia, desde el punto de vista político, económico, financiero y moral, que es uno de los que más pesa. Toda esa vieja militancia que 10 años atrás era un soporte para el régimen cubano, se ha desmoronado. (…) Creo que estamos viviendo la etapa final del castrismo. Es una etapa dolorosa, no creo que va a ser muy pacífica, sino que va a ser trágica. Pero al final, es necesaria. Y creo que vamos a vivir en 2025 momentos muy tensos».