Cristina Kirchner reaparece y da señales de acercamiento a Alberto Fernández

Con un tono aguerrido y aprovechando la atención mediática, el viernes –sobre las 17.30 locales- la expresidenta dio un discurso en El Calafate, donde se refirió a la dimisión de Guzmán, criticándola con vehemencia. «Fue un acto de irresponsabilidad y de desestabilización institucional», disparó en el evento, a la vez que señaló: «Tenemos que tener responsabilidad política ante la sociedad. Fue un acto de desestabilización institucional. Como está el mundo, como está el dólar».

Algo que llamó la atención de la prensa local es que, pese a sus recientes enfrentamientos y peleas, la vicepresidenta salió en defensa del presidente Alberto Fernández al referirse a la flamante dimisión del ministro. «Hacerlo enterar al presidente de una renuncia por Twitter no me parece bien. No me parece bien por la sociedad en su conjunto y, finalmente, me parece un gesto de ingratitud hacia el propio presidente. No niego las diferencias, pero este presidente había bancado a ese ministro como a nadie, enfrentado inclusive con su propia coalición. ¿Se merecía eso?», dijo Fernández de Kirchner quien, por primera vez en mucho tiempo, expresa su apoyo al actual mandatario. Tras varios meses sin diálogo, y después de la dimisión del ministro, esta semana presidente y vicepresidenta compartieron una cena.

Los rumores en Argentina sugerían que habría sido ella quien diera el visto bueno para la llegada de la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis. Ironizando sobre estas versiones, la vicepresidenta dijo al comenzar su discurso: «No voy a revolear a ningún ministro».

Por otra parte, la Fernández de Kirchner dejó en claro su intención de mantenerse vigente en el terreno de la política y, luego de dar algunas recomendaciones acerca del manejo de la economía argentina, expresó: «La patria merece una discusión en serio de los problemas que tenemos los argentinos, en un mundo donde todo tiende a agravarse. No voy a renunciar a mi historia y tampoco le voy a pedir a nadie que renuncie a la de ellos. Pero tenemos que encontrar un punto en común porque si no, no va a haber Argentina para nadie».