Suscribete a
ABC Premium

«La China è vicina»

O los chinos se convierten a los derechos universales, o nosotros nos convertimos en chinos

ALBERTO SOTILLO

Leemos que el Premio Nobel de la Paz ha sido para el profesor y disidente chino Liu Xiaobo. Pensamos: esta vez sí que se han ido lejos los del Comité. Y treinta segundos después ya somos incapaces de recordar el nombre del chino galardonado.

A ... veces olvidamos lo cerca que está China de nosotros. Y cómo el destino de disidentes como Liu tiene una influencia infinitamente mayor sobre el futuro de nuestro estado del bienestar, de nuestras pensiones o del empleo de nuestros hijos que todas las leves leyes de reforma laboral o económica de la izquierda o la derecha. Baste echar un vistazo a cómo está el mercado. Vamos a comprar unos zapatos y encontramos un buen par fabricados en Alicante, sólidos, bonitos y a un precio aceptable, pero que no pueden competir con los lotes de pares venidos de China en oferta de saldo. Zapatos tirando a chungos, vale, pero a precios de risa, fabricados en un lugar donde no hay horarios, sindicatos ni convenios que valgan. Que vete a saber si no vendrán de un campo de presos reeducados por el trabajo forzado y remunerado con un sermón ideológico.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia