Hamás se lanza a liquidar a sus rivales para retomar el control en Gaza

Tiroteos y ejecuciones públicas desatan el miedo a una espiral de violencia y represalias en la Franja tras el alto el fuego con Israel

Hamás se resiste a desarmarse e impide que Gaza reviva

Imagen de una ejecución en Gaza difundida en el canal de Telegram de Al Aqsa, gestionado por Hamás ABC

Al menos ocho hombres arrodillados, con la cabeza cubierta y, sobre sus nucas, ocho kalashnikov. Así aparecen en un vídeo que el grupo terrorista Hamás difundió el domingo en su canal de televisión. El final del vídeo se lo pueden imaginar: ocho cadáveres tendidos en ... el suelo. Para Hamás, se trata de «colaboradores» con Israel. 

Antes de su ejecución, los presuntos confidentes fueron arrastrados por miembros de la milicia por las calles a plena luz del día obligándolos a arrodillarse. Alrededor una multitud presente en la ejecución jalea a los asesinos y graba cada detalle con sus teléfonos. El vídeo muestra varios enfrentamientos en torno a un hospital de la Ciudad de Gaza en el barrio de Al Sabra, que dejaron decenas de muertos. Canales de la red social Telegram vinculados a Hamás y confirmados por AFP afirmaron que la milicia gazatí había atacado a «colaboradores y traidores» que trabajaban para Israel.

Esta es una situación que preocupa, y mucho, la los gazatíes, pero también a todas las partes implicadas en el alto el fuego en Gaza.

Ante la paulatina retirada del Ejército israelí del enclave palestino, siguiendo la primera fase del acuerdo del alto el fuego, firmado en Egipto, el grupo militante ha aprovechado la pausa en la guerra para centrar su atención en la seguridad interna y así intentar restablecer su control sobre la Franja. El propio Donald Trump autorizó este control sobre la Franja.

El lunes, durante su vuelo en el Air Force One, los periodistas preguntaran a Trump sobre el despliegue de fuerzas de seguridad de Hamás y la continuación de la represión. Trump dijo que, comprensiblemente, el grupo había solicitado que se le permitiera asegurar el enclave: «Han sido francos al respecto y les dimos nuestro aprobación durante un tiempo». Sin embargo, el martes, el líder norteamericano fue tajante: «Se van a desarmar... si no se desarman, los desarmaremos».

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha repetido en varias ocasiones que la guerra no terminará hasta que el grupo palestino haya sido desmantelado, y el plan de alto el fuego del presidente estadounidense, Donald Trump, exige que Hamás se desarme y entregue el poder a un organismo supervisado internacionalmente que aún no se ha formado. Este se ha convertido en el principal escollo para la ansiada transición en la Franja.

Hamás no ha aceptado plenamente esos términos, alegando que se necesitan más negociaciones. El grupo afirma estar dispuesto a ceder el poder a otros palestinos, pero no permitirá que prevalezca el caos durante la transición. Sin embargo, desde Israel temen que, mientras Hamás esté armado, seguirá ejerciendo influencia en Gaza y podría reconstruir su capacidad militar, incluso si un organismo independiente ejerce el poder nominal.

Clanes poderosos

Esta ola de violencia en Gaza por parte de Hamás tiene varios objetivos y todos forman parte de clanes poderosos que ponen de manifiesto viejas rivalidades. A medida que las fuerzas israelíes ocupaban amplias zonas de Gaza y atacaban a las fuerzas de seguridad de Hamás con ataques aéreos, poderosas familias locales y bandas armadas, incluidas algunas facciones anti-Hamás respaldadas por Israel, ocuparon el lugar vacante. Ahora, el grupo palestino quiere volver a tomar el control del enclave y volver a hacer una demostración de fuerza.

«Hamás está restableciendo el control», aseguraba el analista Hasan Abu Hanielh en declaraciones a 'The Wall Street Journal'.

En los últimos días, en la Franja han vuelto a aflorar viejas rivalidades entre Hamás y poderosos clanes locales. El clan Doghmush, uno de los más grandes y poderosos de la franja de Gaza, fue la víctima del ataque del domingo, ya que fueron asesinados decenas de sus miembros entorno al hospital de Ciudad de Gaza. En un comunicado de la familia Doghmush y publicado por la CNN, señalaban que estaba «conmocionada por una angustiosa campaña interna dirigida contra nuestros hijos inocentes, que implica muertes, intimidación, tortura e incendios de viviendas con sus residentes dentro, sin justificación alguna y bajo pretextos falsos que no guardan relación con la realidad». El Centro Al Mezan para los Derechos Humanos, una ONG palestina, describió el incidente como una «ejecución extrajudicial de ciudadanos» y pidió una investigación sobre el hecho y que los responsables sean llevados ante la Justicia.

Pero hay, por lo menos, otras tres familias importantes en el enclave. Está el clan de Abu Shabab, con base en la zona de Rafah y con su líder más destacado (Yasser Abu Shabab) de la facción anti-Hamás. También está el clan de Al Majayda, en Jan Yunis, cuyos miembros en los últimos meses se han enfrentado con Hamás.

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