El autor del atentado de Pensilvania también buscó información sobre objetivos demócratas

Thomas Crooks, de 20 años, había buscado datos sobre los dos candidatos, del fiscal general Merrick Garland, de la familia real británica, del congreso político del Partido Demócrata en agosto y del mitin que dio Trump en Pensilvania el sábado, al que acabó yendo en coche y armado con un rifle de asalto.

La Policía judicial sigue investigando los antecedentes de Crooks y ha hallado poca información que revele un motivo. El asesino, muerto el sábado de un tiro en la cabeza tras dispararle a Trump, había buscado también sobre los síntomas de un cuadro depresivo.

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Mientras el FBI mantiene sus pesquisas, los republicanos exigen el cese de Kimberly Cheatle, la jefa del Servicio Secreto, el cuerpo que coordinó la seguridad del mitin, por los graves fallos de seguridad. Se ha sabido ahora que Crooks llegó al mitin horas antes de que comenzara. Fue detectado y señalado como sospechoso una hora antes de que comenzara el discurso de Trump. La Policía local de la localidad de Butler, que ayudaba al Servicio Secreto sobre el terreno, alertó a este y hasta le envió una foto del propio Crooks 26 minutos antes de que abriera fuego a las 18.12.

Los agentes del FBI utilizaron el programa de Cellebrite, una empresa de ciberseguridad israelí, para acceder rápidamente al teléfono móvil que encontraron junto el cuerpo de Crooks. Normalmente, las empresas de tecnología se resisten a permitir el acceso policial a los dispositivos.

Las pesquisas también avanzan con interrogatorios entre familiares y conocidos del asesino, que mató a una persona e hirió a dos en el mitin. Sus padres tienen problemas de salud, y aunque el tipo vivía con ellos, no tenían mucho contacto, o al menos eso han declarado. La mañana del sábado, a las 11.00, Crooks se fue con un rifle, pero su padre pensaba que iba al campo de tiro.

La familia es republicana, como muchos en esa zona al oeste de Pensilvania, y apoya a Trump. Crooks se licenció en mayo con un título de Ciencias de la Ingeniería del Community College of Allegheny County, un centro de formación profesional. Tenía previsto inscribirse en la Universidad Robert Morris de Pittsburgh este otoño.

No tiene huella digital de consideración, ni hizo grandes proclamas en redes sociales antes de ir a tratar de matar a Trump. Fue un estudiante destacado en matemáticas y ciencias en la escuela secundaria. Su tutor lo describió a los agentes como una persona tranquila, educada y elocuente, con pocos amigos, según publicó ayer el diario 'The Washington Post'.