El antiguo seminarista que quiere recuperar la «grandeza» de Portugal: así es André Ventura, el líder de Chega
Su partido, de extrema derecha, tiene ahora mismo el 17% de intención de voto en las legislativas de marzo
Portugal y la sorpresa del admirador de Santiago Abascal
La extrema derecha de Portugal celebra su congreso con la consigna de ganar las elecciones del 10 de marzo
André Ventura, líder de la extrema derecha portuguesa
André Ventura está más fuerte que nunca: algunos sondeos para las elecciones legislativas otorgan a su partido de extrema derecha Chega alrededor del 17 por ciento de los votos, que giran en torno de la imagen de su único líder desde su fundación ... hace cinco años. 'Hermano político' de Abascal, y 'primo' de Le Pen y Salvini, idólatra de Trump y Bolsonaro, esta es la historia de cómo Ventura logró sembrar la ultraderecha populista y nacionalista en el corazón del sistema político portugués.
Creció en un suburbio negro de Lisboa, con el tipo de inmigración palpitante que Ventura critica hoy, con el argumento de devolver Portugal a los portugueses, rehaciendo la «grandeza» de un país a través de la pureza étnica e ignorando que la grandeza histórica de Portugal es inseparable de la mezcla de pueblos y culturas. Siguió el libro de jugadas de todos los demás líderes populistas europeos de la derecha radical.
Estudió en un seminario ortodoxo, donde se infligía castigos corporales y en el que vestía cilicio como penitencia. No encontró la fe hasta después de los 14 años, cuando ni estaba bautizado ni tenía referencias católicas. Renunció a ser sacerdote cuando se enamoró, pero aún hoy el catolicismo desempeña un papel retórico central en su discurso político, con «Dios, el trabajo, la patria y la familia» como lema de Chega. Ventura ya ha admitido que se siente fortalecido por la bendición de Dios para llegar al gobierno de Portugal y ser uno de los diputados más ruidosos del Parlamento luso.
André Ventura es un escalador social. El periodista Octávio Ribeiro, exdirector de 'Correio da Manhã' y CMTV, admitió al semanario portugués 'Expresso' que, si no hubiera sido por estos órganos de comunicación, «André Ventura habría tenido que buscar otros caminos». Durante su carrera académica, habiendo dado clases en varias universidades, defendió lo contrario de lo que defiende en la vida política, abogando por los derechos de la diáspora musulmana, entre otros.
Viaje político
Su carrera política comenzó en el PPD-PSD y en una candidatura al ayuntamiento de Loures, bastión comunista, cuando Pedro Passos Coelho era líder del partido y Ventura era un comentarista popular, estrella de la opinión criminal y futbolística. Como candidato por Loures, desbloqueó la posibilidad electoral del discurso racista y xenófobo, lo que le valió la atención de los medios de comunicación.
Rompiendo con el ala más moderada del PPD-PSD, abandonando a los socialdemócratas y fundando Chega, abiertamente racista y xenófobo, utilizando la mentira como arma retórica y cautivando el voto de protesta, el desbarajuste de la derecha ha dejado al PSD desorientado.
Ventura es el ídolo de una masa de votantes indignados sin ideología y el refugio de ultraconservadores o radicales de extrema derecha que han encontrado cobijo político
Ventura es el ídolo de una masa de votantes indignados sin ideología y el refugio de ultraconservadores o radicales de extrema derecha que han encontrado cobijo político. Ahora, Chega celebra su VI Congreso Nacional para «ganar elecciones». Entre discurso y discurso, un influyente activista que intervenía en el mitin subió al escenario para decir: «¡Soy padre, soy abuelo y soy fascista!».
Para crear la IV República de la «gente de bien», Chega propone un régimen presidencialista y un parlamento de 100 diputados, la privatización de la sanidad, la reducción económica y social del Estado al mínimo, un impuesto IRS para ricos y pobres, la castración química para los pederastas, el restablecimiento de la cadena perpetua, una policía más autoritaria, el fin de la renta social de inserción, un fuerte control de la inmigración, el fin de la financiación pública para fomentar la igualdad de género y la derogación del convenio ortográfico.