Alemania se queda sin ministra de Defensa en plena crisis de Ucrania
Se espera que Scholz anuncie el sustituto a lo largo del día del martes y que el miércoles tenga lugar la toma de posesión
Dimite la ministra alemana de Defensa por su incapacidad de reforzar al Ejército ante la amenaza rusa
«El conflicto de Ucrania puede durar años y provocar una guerra civil en Rusia»
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, y la exministra de Defensa Christine Lambrecht
La dimisión de la ministra alemana de Defensa, anunciada oficialmente el lunes por la mañana, no cogía a nadie por sorpresa. Christine Lambrecht comunicó el viernes su decisión al canciller de Alemania, Olaf Scholz, y el rumor se extendió a la velocidad del rayo entre ... los numerosos interesados en el cargo. La cartera ministerial se ha convertido en el puesto más poderoso del Gobierno por obra y gracia del presupuesto extraordinario a que ha obligado la invasión rusa de Ucrania. Ahora Scholz pugna por ocuparlo con alguien de su confianza, mientras la directiva de su propio partido se esfuerza por hacerse con él. El cargo sigue vacante mientras comienza el traslado de los sistemas antimisiles Patriot a Polonia, la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que las armas alemanas pisan tierra polaca, y mientras fuerzas estadounidenses comienzan el entrenamiento de soldados ucranianos en Baviera.
Durante las últimas décadas, el Ministerio de Defensa ha sido el patito feo del Estado alemán: cualquier política militar era, sencillamente, mal vista, y sus titulares estaban destinados a gestionar recorte tras recorte. La excanciller Angela Merkel lo utilizó para desgastar a Ursula von der Leyen cuando comenzó a hacerle sombra interna en el partido, y después para dotar de experiencia federal a su favorita como sucesora al frente de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer.
Los méritos de Lambrecht para ocupar la cartera, tras las últimas elecciones, fueron su pertenencia a la facción socialdemócrata moderada y el hecho de ser mujer. A nadie pareció importar que, como ella misma reconoció, ignorase incluso los rangos militares. Y seguramente se habría jubilado en la Calle Stauffenberg si Putin no hubiera invadido Ucrania el 24 de febrero. La oposición conservadora ha pedido reiteradamente su dimisión por incompetencia desde entonces, al compás de la larga lista de errores de Lambrecht, pero probablemente habría resistido en el puesto de no ser por los ataques internos.
Presupuesto extraordinario
Solo tres días después del inicio de la invasión, Scholz anunció un presupuesto extraordinario de 100.000 millones de euros para rearmar el Ejército, medida que irá seguida en lo sucesivo por la adjudicación del 2 por ciento del PIB y que posiblemente se haga con mayores porcentajes, dado que el 2 por ciento ha quedado obsoleto a ojos de la OTAN. Esta nueva dotación hizo de la cartera un atractivo puesto, sobre el que la directiva del Partido Socialdemócrata desea ejercer su influencia, y ha convertido a Lambrecht en un estorbo. No hay el menor rastro de autocrítica en el comunicado en el que ha anunciado su dimisión. Por el contrario, culpa a los medios de comunicación: «El enfoque de los medios de comunicación en mi persona durante meses difícilmente permite informar y discutir hechos sobre los soldados, el ejército y las decisiones de política de seguridad en interés de los ciudadanos de Alemania». A lo que solamente cabe añadir que los medios que más intensamente han visibilizado las debilidades del Ministerio han sido de corte progresista.
La directiva del SPD se reunió el lunes por la tarde a puerta cerrada. La decisión del sustituto de Lambrecht es del canciller, pero el partido puede nominar candidatos y el cuenta con numerosas palancas para presionar a Scholz. Cabe aquí recordar que el SPD nombró a Scholz candidato con las encuestas en contra, por considerarlo un lastre de las grandes coaliciones con Merkel del que era mejor deshacerse. Pero el electorado alemán vio precisamente con buenos ojos su imagen de continuidad y ganó por sorpresa a una CDU, sumida en una confusa sucesión.
Solo tres días después del inicio de la invasión, Scholz anunció un presupuesto extraordinario de 100.000 millones de euros para rearmar el Ejército
Ahora Scholz gobierna con liberales y verdes mientras su propio partido se perfila mucho más a la izquierda, a la espera de las siguientes elecciones. El propio presidente del SPD, Lars Klingbeil, ocuparía gustoso Defensa con la nueva dotación económica y su nombre aparece en las quinielas mediáticas, pero Scholz se ha limitado a decir que «tengo una idea muy clara y lo haré público rápidamente». Decía esto el lunes, durante su visita a una fábrica de armamento en Ulm. Su equipo reforzaba la idea de que el canciller nombrará a alguien de su confianza.
Los favoritos
Se espera que Scholz anuncie el sustituto a lo largo del día del martes y que el miércoles tenga lugar la toma de posesión. Justo a tiempo para que, el jueves, el nuevo ministro reciba en Berlín al secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, en su visita inaugural a Alemania, y el viernes acuda a la reunión de los estados que apoyan a Ucrania en la base militar de Ramstein. Pero nadie sabe a qué está esperando exactamente. No parecen convencerle las mujeres capacitadas y cercanas ya al puesto: la comisaria militar Eva Vögl y la secretaria de Estado de Lambrecht, Siemtje Möller. En Berlín se rumoreaba anoche que quiere a Hubertus Heil, el actual ministro de Trabajo, o al ministro de la Cancillería, Wolfgang Schmidt, pero cualquiera de estas opciones obligaría a buscar una mujer que ocupase la silla que dejasen vacante.
El Ministerio asegura que Lambrecht sigue al frente hasta que llegue el sustituto, pero el Partido Liberal (FdP) insiste el lunes por la noche en que «este estancamiento es malo para Alemania».
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