Alemania busca deportar familias enteras de los clanes del crimen organizado

En las áreas metropolitanas de Dortmund, Bocum, Essen, Duisburg y Recklinghausen, por ejemplo, se llevan a cabo controles y redadas regulares y se castigan sin excepción incluso las menores infracciones, como llevar paquetes de tabaco que no han pagad impuestos o deficiencias de higiene en bares y restaurantes. Una pelea en Essen, tras la que dos sospechosos fueron detenidos, fue seguida recientemente de 41 detenciones preventivas, 462 controles a personas y otros 76 a vehículos.

Pero la estrategia no aporta los frutos deseados porque la estructura familiar de los clanes da soporte a la estructura criminar y permite la reunificación constante de sus miembros. Por este motivo el Ministerio de Interior está trabajando en la legislación de deportaciones colectivas que incluyan a todos los miembros familiares, incluidos los que no hayan cometido ningún delito.

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Ya en junio, la ministra Nancy Faeser anunció que quería forjar una «alianza contra los clanes» y este sería el primer paso, acordado con el Ministerio de Justicia y los Bundesländer. Según la propuesta, los miembros de las comunidades del crimen organizado podrían ser deportados en el futuro «independientemente de una condena penal», según ha avanzado el periódico «Süddeutsche Zeitung».

El cambio de ley propuesto podría afectar a personas que el ministerio cree que pertenecen o han pertenecido a una organización criminal, independientemente de su historial delictivo o de si han tenido conocimiento de violaciones legales significativas. Hasta ahora existía una regulación comparable en Alemania en relación con la lucha contra el terrorismo. Se aplica por ejemplo a extranjeros que pertenecen a una asociación de mezquitas que haya donado a un grupo terrorista: pueden ser expulsados aunque ellos mismos no hayan infringido ninguna ley. Así lo dice el artículo 54, apartado 1, número 2 de la Ley de Residencia, que ahora sería amplía a los miembros de los clanes según el borrador del Ministerio de Interior.

La propuesta no proviene de los partidos de la «coalición del semáforo», en la que el socialdemócrata Scholz gobierna con los liberales (FDP) y Los Verdes, sino de algunos de los Bundesländer, pero la socialdemócrata Faeser considera que «si tal regulación es proporcionada y el objetivo de la regulación se puede lograr sin efectos secundarios no deseados, ahora debe discutirse en detalle». El documento también insiste en la necesidad de aumentar el ritmo de las deportaciones desde Alemania y que los extranjeros puedan ser encerrados como medida preventiva, independientemente del riesgo de fuga, para preparar su deportación, un periodo que acaba de ser ampliado desde los 10 hasta 28 días.

El ministro de Justicia, el liberal Marco Buschmann, ha agregado que «tenemos que combatir los delitos específicos de los clanes de formas no convencionales», y ha confiado en que, «si aumentamos la presión, los clanes terminarán retirándose». Además de utilizar todas las posibilidades existentes en el derecho penal, Buschmann también se pronuncia a favor de nuevos enfoques: «por ejemplo, confiscando los símbolos de estatus de los miembros del clan después de las detenciones, como sus autos de lujo, joyas caras y relojes». «El estado de derecho debe demostrar que tiene dientes», ha dicho, recordando además que «los fondos para esto están en manos de los gobiernos regionales».

Para aumentar la presión, ha añadido, la policía necesita más capacidad en las calles. «Examinaremos muy cuidadosamente si el gobierno federal está realmente dispuesto en la lucha intensiva contra los clanes, manos a la obra contra el crimen de clanes a través de mejoras legislativas y también del uso más eficiente del personal policial o si se trata sólo de otro anuncio de relaciones públicas del Ministro de Interior sin contenido», ha desconfiado el ministro regional de Interior de Hesse, Peter Beuth (CDU), como portavoz de los estados gobernados por los conservadores.