Aparece muerta en un canal la joven mexicana desaparecida en Berlín desde el 22 de julio

Entre los homenajes a la fallecida figuran también peticiones a las autoridades alemanas para que castiguen al culpable de su muerte, pero el hecho es que la policía alemana mantiene abierta todavía la investigación, en la que, a la espera de la autopsia, no descarta la intervención de terceros.

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Rosalía Sánchez

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El cuerpo de la joven no apareció en las zonas boscosas de las inmediaciones de su apartamento, que era donde se habían centrado las búsquedas de las pasadas semanas. La Policía ha informado que «la persona desaparecida fue encontrada muerta por un transeúnte en el canal Teltow en Adlershof», a unos 10 kilómetros de su apartamento. Fue necesario que sus padres reconociesen el cadáver, tras lo cual agradecieron el apoyo y la solidaridad mostrada por los hispanohablantes de Berlín y pidieron «respeto por la memoria de la estudiante mexicana, por su duelo y por su privacidad». «Agradecemos su discreción y comprensión al respecto», dijeron en un comunicado.

La búsqueda de María Fernanda comenzó cuando sus padres dejaron de saber de ella, tras una última comunicación por WhatsApp la noche del 22 de julio. De acuerdo con la familia, tras no tener contacto con ella, pidieron a los encargados de la residencia de estudiantes donde se alojaba en un apartahotel, que entrasen a su apartamento, de unos 15 metros cuadrados, para comprobar que se encontraba bien. Fue entonces cuando encontraron el apartamento vacío, una de las puertas, que daba a un patio interior, abierta y su teléfono móvil sobre la cama. Este último detalle alarmó a la familia porque les costaba imaginar que la joven hubiese salido sin su teléfono.

Los padres de María Fernanda han confiado en todo momento en el trabajo de la policía alemana y prefieren ahora guardar silencio sobre el transcurso de la investigación, que llevó en los últimos días al interrogatorio de todos sus amigos y conocidos en la capital alemana. La policía había admitido que encontró alguna pista en esos interrogatorios, pero nunca hizo pública cuál era esa pista ni a dónde conducía. «Ahora estamos centrados en el duelo, pero naturalmente queremos saber todos lo que le ocurrió a María Fernanda y esperamos que la policía llegue hasta el final de la investigación», dice Nereida, una joven peruana que estuvo participando en las partidas de búsqueda y que acudía este fin de semana al acto en el que, vestidos de blando, varias docenas de hispanohablantes mostraban su dolor por la pérdida.