La agonía de Acapulco, víctima de los narcos y de los huracanes

El último verano, en un país donde el descanso estival es considerablemente menor que en España, Acapulco recibió, según datos oficiales, 1,2 millones de turistas entre nacionales y extranjeros, y generó unos ingresos de aproximadamente 430 millones de euros. Tras el desastre de Otis, un ciclón de reducidas dimensiones, pero de una extraordinaria potencia, la que fuera joya turística mexicana necesitará, según estimaciones del sector empresarial, 2.500 millones de euros para regresar a la normalidad.

Sin embargo, el gran desafío es la contención del crimen en medio de la tragedia. Según el analista de seguridad Alberto Capella, en el estado de Guerrero, donde se ubica Acapulco, «operan actualmente quince grupos criminales, en su mayoría 'desprendimientos' del cartel de la familia Beltrán Leyva, que supo ser hegemónico en la ciudad».

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Hace quince años, la pelea entre los grupos criminales en Guerrero era por el control de las rutas de trasiego de drogas rumbo a Estados Unidos o hacia las zonas de mayor producción de estupefacientes. Ahora la disputa entre las bandas tiene el foco en los negocios lícitos, pero también en los ilícitos como los secuestros, las extorsiones a comerciantes -denominadas en México 'cobro de piso'- y el robo de combustible. Según datos oficiales, en el primer semestre de 2023 tuvieron lugar 679 homicidios en Acapulco, 121 casos más que en 2022.

En las primeras horas que siguieron al paso de Otis a lo largo de Acapulco se registraron casos de robo de combustible en gasolineras, asalto en domicilios afectados por el huracán y saqueos organizados a grandes supermercados, no con la finalidad de buscar productos básicos, como agua o medicinas, sino de sustraer electrodomésticos para luego ofrecerlos en el mercado negro.

Guerrero es un estado gobernado por el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). La gobernadora Evelyn Salgado es hija de Félix Macedonio, amigo personal de López Obrador. Macedonio iba a ser el candidato en 2021, pero debió renunciar a la campaña acusado de presunta violación. Caída su candidatura, operó políticamente para que la heredera su hija Evelyn, que ganó la contienda. Félix Macedonio es el poder tras las bambalinas.

Fue alcalde de Acapulco entre 2005 y 2008. El entonces secretario de Seguridad del entonces presidente Felipe Calderón, Genaro García Luna, lo acusó de estar conchabado con el crimen organizado. En aquellos tiempos era frecuente ver al alcalde en estado de ebriedad en eventos públicos; y en una ocasión se enfrentó a los puños con elementos policiales. Por cierto: García Luna cumple una condena en EE.UU. por supuesta vinculación con el narco.

La gestión de Evelyn y su padre ya tenía malos números en seguridad antes del paso del huracán Otis y, por eso, en 2022 los banqueros trasladaron su histórica convención anual de Acapulco a otras latitudes del territorio nacional. Dijeron que en Acapulco no había condiciones para reunir a lo más granado del poder financiero mexicano.

Con estos antecedentes, todo el peso de la reconstrucción y el sostenimiento de la precaria seguridad en Acapulco se trasladó al Gobierno de López Obrador. El Ejército intervino en la zona y Acapulco quedó prácticamente militarizado. El secretario de la Defensa Luis Crescencio Sandoval informó que actualmente operan en el puerto 14.620 efectivos de la Guardia Nacional.

López Obrador convocó al empresariado para encarar la reconstrucción. Asumió un papel central el hombre más rico de México, Carlos Slim, que en este puerto es dueño del hotel Calinda, dañado por el huracán. Slim ha organizado a los empresarios con intereses en Acapulco para organizar los esfuerzos. En paralelo, los valores de su empresa constructora Carso se dispararon en la Bolsa Mexicana de Valores ya que el mercado entiende que este magnate -en España dueño de firmas como FCC, Metrovacesa y Realia-, tendrá protagonismo en las licitaciones que el Gobierno impulsará para la obra pública que requiere Acapulco. Desde España también llegará apoyo. La semana pasada el embajador en Ciudad de México, Juan Duarte Cuadrado, anunció ayuda por 200.000 euros a través de Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.