Acusan al Gobierno del Reino Unido de proteger a Taylor Swift con escoltas de la Familia Real a cambio de entradas gratis para su concierto

Esto ocurría unas semanas después de que la artista estadounidense, en plena gira del Eras Tour, cancelase sus conciertos en Viena por una amenaza terrorista. Según 'The Sun' (que lo ha bautizado como el 'Taylorgate'), la madre y representante de la cantante, Andrea Swift, contactó directamente con la jefa de personal del primer ministro, Sue Gray (que recientemente ha sido despedida), amagando con cancelar los conciertos en Londres si no aseguraban su seguridad. Downing Street niega el 'conflicto de intereses'.

Con esto último, lo que pretendía (y consiguió) es que la cantante y su equipo fueran protegidos por los escoltas denominados 'blue-light', un tipo de seguridad pagada con dinero público y reservada únicamente para jefes de Estado extranjeros y algunos miembros de la Familia Real (al príncipe Harry y Meghan Markle, por ejemplo, se les ha negado). El amago de cancelar los conciertos -que supondría graves pérdidas económicas en hostelería, restauración y transporte- parece que funcionó, pues finalmente se le fueron concedidos dichos escoltas.

El Gobierno niega haber presionado a la Policía, de quienes dependen estos permisos, pero, según ha trascendido, aquello levantó dudas y quejas tanto en el cuerpo policial como en la Fiscalía General, aunque no se han pronunciado de forma pública. Según 'The Sun', los agentes se opusieron, pero la intervención de la ministra de Interior, Yvette Cooper, y el alcalde de Londres, Sadiq Khan -que asistieron con Starmer al concierto, también gratuitamente- lograron que dieran su brazo a torcer. Se calcula que el 'regalo' estaría valorado en unas 4.750 libras.

«Es una cuestión operativa que corresponde a la Policía y no al Gobierno. La Policía tomó la decisión [...] Rechazo totalmente la idea de que hubo alguna mala conducta o influencia indebida en este asunto», ha justificado la ministra de Cultura, Lisa Nandy, en una entrevista con Sky News.

El primer ministro ha sido acusado también de recibir otros regalos de millonarios -partidos de fútbol por 2.600 libras, gafas de diseño, ropa para su esposa valorada en 6.000 libras...- y se ha visto obligado a devolver 3.400 libras por varios de estos casos. Aun así, la cantidad total del dinero que se ha ahorrado el laborista gracias a estos 'obsequios' ascendería hasta casi 120.000 libras.