Bo Xilai, expulsado del Partido Comunista chino y juzgado por corrupción
Aplazado por la lucha de poder, el XVIII Congreso del Partido se celebrará el 8 de noviembre para renovar a su cúpula y aupar a Xi Jinping como sucesor del presidente Hu Jintao
pablo m. díez
Bo Xilai , el dirigente chino defenestrado por corrupción y cuya esposa fue condenada a muerte por envenenar a su socio británico, ha sido expulsado del Partido Comunista y será juzgado en un tribunal por diversos delitos, como aceptar sobornos, abuso de poder y ... tener relaciones inapropiadas con una gran cantidad de mujeres.
Así lo han anunciado este viernes los medios estatales, en lo que supone el último capítulo de un escándalo que ha destapado la corrupción reinante en el régimen y desencadenado una virulenta, pero soterrada, lucha de poder entre sus facciones. Como consecuencia de dichas turbulencias internas, el Partido Comunista se ha visto obligado a retrasar su trascendental XVIII Congreso, que renovará a su cúpula y aupará a Xi Jinping como sucesor del presidente Hu Jintao . Aunque lo normal es que dicho cónclave se celebre en octubre, tendrá lugar el 8 de noviembre debido a las discusiones para confeccionar las listas de su Politburó y de su todopoderoso Comité Permanente, formado por nueve miembros.
A dicho órgano aspiraba Bo Xilai, quien gozaba de una gran popularidad como secretario del Partido Comunista en Chongqing, una megalópolis de 30 millones de habitantes bañada por el Yangtsé y cercana a la presa de las Tres Gargantas. A pesar de la prometedora trayectoria que se le auguraba, fue depuesto en marzo por corrupción e investigado por la Comisión Disciplinaria del Partido. Su caída en desgracia empezó a gestarse cuando Wang Lijun, quien entonces su era mano derecha como jefe de la Policía de Chongqing, huyó en febrero a la vecina ciudad de Chengdu y se refugió un día entero en el Consulado de Estados Unidos. Allí tiró de la manta al desvelar que Gu Kailai, la esposa de su superior, había envenenado en noviembre a Neil Heywood , el socio británico que estaba ayudando a la pareja a evadir fuera de China la fortuna ilegal que habían amasado con sus oscuros tejemanejes.
Por dicho crimen, Gu Kailai fue condenada en agosto a pena de muerte, pero su sentencia quedó suspendida por un periodo de dos años, lo que indica que no será ejecutada. Por su parte, el jefe de Policía Wang fue sentenciado el pasado lunes a 15 años de prisión por intento de deserción, abuso de poder y corrupción, ya que en principio encubrió a Gu Kailai. Tras ellos, Bo Xilai será el siguiente en sentarse en el banquillo dentro de la lucha de poder entre las facciones del régimen chino.
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