La unificación monetaria agrava las penurias en Cuba

La reunificación de las dos monedas oficiales actuales, el peso cubano y el CUC (peso convertible), prevé el aumento de los salarios –entre el 5% y el 5.9% en correspondencia con el salario escala mínimo de cada trabajador–. Pero al mismo tiempo supondrá el aumento de los precios de los productos, en tanto que se está realizando un estudio de formación de precios y a todos los artículos importados se les aplicará el cálculo del valor de la tasa de cambio.

Esto significa que el costo promedio de la canasta básica tendrá un valor de 1.528 pesos cubanos, porque se eliminarán todos los tipos de subsidio. Trabajadores del sector estatal confirmaron que durante la última semana fueron convocados por directivos de sus respectivas empresas para ser informados de un «adelanto salarial» con efecto el próximo 1 de diciembre. Fecha que, se especula, sea el día cero del anunciado proceso de unificación de moneda en el país.

Según trabajadores que participaron en estas reuniones informativas, la cifra de este adelanto asciende a mil pesos por cada trabajador, con el objetivo de que puedan acceder a la compra de los productos racionados mediante la canasta básica.

Según las declaraciones del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel , «cuando nuestros mercados tengan otra situación y avancen un grupo de relaciones económicas y financieras en el país, tendremos que ir evolucionando para ir suprimiendo la libreta [de abastecimiento]».

Millones de cubanos serán los afectados una vez que sea eliminada la libreta de abastecimiento, teniendo en cuenta que la economía cubana depende mayormente de las importaciones y la urgencia de la inversión extranjera.

Las propias afirmaciones del mandatario cubano no fueron del todo precisas al respecto cuando anunció que «la adecuada estructura de costos y precios facilita significativamente la evaluación de los proyectos de inversión extranjera directa y crea las condiciones para establecer comparaciones en base a parámetros internacionales».

Lo que Díaz-Canel considera una «parcial dolarización de la economía» se contrapone al propio proceso de una unificación monetaria, en tanto la moneda única, corriente y legal, será el devaluado peso cubano para el cual el régimen cubano no ha habilitado un mercado regular, y en medio de un panorama aún más complejo por el cierre de las 407 ventanillas de pago de la empresa estadounidense Western Union distribuidas por toda la isla.

A través de Western Union, según las estimaciones de The Havana Consulting Group, solo en 2018 llegaron a Cuba, por concepto de remesas alrededor de 6.600 millones de dólares ya fuere en efectivo o en mercancías.

Tanto el cierre de Western Union como la reunificación monetaria se suman a un panorama social cada vez más tenso por la insistencia del régimen en demonizar las importaciones y pretender salir a flote con una producción nacional absolutamente deprimida y bajo una dirigencia de segunda línea ineficaz.