Turquía arresta a nueve presuntos agentes iraníes en el este del país

A los detenidos se les acusa de espiar para la Organización Nacional de Inteligencia y Seguridad de Irán (Vevak), y de conspirar para alimentar la insurgencia kurda en el sureste de Turquía, así como de recabar información de forma ilícita sobre exiliados sirios en territorio turco.

La investigación, aparentemente, lleva en marcha un año, según informa el diario «Today’s Zaman». En agosto de 2011, la policía turca encontró fotografías del edificio del Mando Provincial de la Gendarmería en un minibús. Inmediatamente, detuvo a tres personas relacionadas con las imágenes: un ciudadano turco cuyo nombre no se ha hecho público, y dos iraníes, identificados como Shahram Zargham Kohei y Mohammed Reza Esmaeilpour Ali Malek.

Los dos últimos fueron acusados de « tomar fotografías de edificios de seguridad en un área de importancia estratégica », e imputados bajo el artículo 327 del Código Penal, que regula el manejo de información de seguridad por invididuos no autorizados. Kohei se defendió alegando que trabaja para una compañía de ascensores, y que las fotografías habían sido tomadas con la intención de instalar dichos aparatos. Las autoridades, sin embargo, no se creyeron su versión, e iniciaron la investigación que ha culminado con las últimas detenciones.

Culpables o no, los arrestos amenazan con darle la puntilla a unas relaciones con Irán que no han dejado de deteriorarse durante el último año, principalmente debido al apoyo turco a la insurgencia siria que combate al presidente Bashar Al Assad , un firme aliado de Teherán. « Las relaciones turco-iraníes enfrentan los días más tensos de la última década », asegura el analista Nihal Alí Özcan, de la Fundación de Investigación en Política Económica (Tepav), uno de los «think tanks» más importantes de Turquía.

«Irán puede reaccionar a esta situación de diferentes formas. Por ejemplo, puede limitar las relaciones económicas, cortar las transferencias de gas, limitar las visitas de turistas iraníes a Turquía, o prohibir a los camiones turcos que usen las rutas iraníes para alcanzar los países de Asia Central. El asunto más importante es la gran capacidad de Irán para crearle problemas a Turquía y sus aliados respecto a su seguridad», indica Özcan, quien recuerda que Teherán ya ha apoyado en el pasado a grupos armados en el interior de Turquía, como el PKK o Hizbolah (una sanguinaria organización islamista sin relación con el grupo chií libanés del mismo nombre).

«No sería ninguna sorpresa ver que Irán dé paso a operaciones encubiertas, despertando a sus "células durmientes" y activando sus viejas redes», dice.

A principios de este mes, Irán suspendió la posibilidad de que los ciudadanos turcos viajasen sin visado al país, vigente hasta ahora, oficialmente como medida de seguridad de cara a la Cumbre del Movimiento de los No Alineados de esta semana. Además, varios altos cargos iraníes han lanzado amenazas contra Turquía. «Si estos países continúan con su actual enfoque hacia Siria, deberían saber que Turquía y los demás serán los siguientes», declaró el jefe del estado mayor iraní, Hassan Firouzabadi , el pasado 7 de agosto.