Los talibanes tendieron una trampa al helicóptero de la OTAN abatido

El pasado sábado murieron38 personas —31 norteamericanos, siete miembros de la fuerzas especiales afganas y un traductor— cuando el helicóptero «Chinook» en el que viajaban fue abatido por los talibanes con un lanzacohetes, según informan fuentes oficiales afganas.

Un miembro del gobierno afgano afirma que fueron los talibanes los que tendieron una trampa a los ocupantes del helicóptero, sin embargo, según el portavoz del Pentágono, el coronel David Lapan, ésta es simplemente una hipótesis pues todavía no existe una investigación que esclarezca los hechos.

«El helicóptero fue derribado tras caer en una trampa tendida por un líder local de los talibanes», confirma una fuente anónima. La OTAN ni Estados Unidos han confirmado la información.

«Dieron información falsa a los estadounidenses, diciendo que había una reunión de los insurgentes talibanes en un complejo de casas. Sabían qué ruta seguiría el helicóptero y tomaron posiciones en cada lado del valle».

Desde la OTAN reafirman la teoría de las autoridades afganas y sugieren la posibilidad de que el aparato fuese alcanzado «por un cohete dirigido por los insurgentes».

Las tropas se dirigían a una operación de búsqueda de uno de los líderes talibanes locales que se encontraba refugiado en el valle de Tangi, en la provincia afgana de Wardak, según informan fuentes de la OTAN.

De forma inesperada, el helicóptero en el que viajaban fue atacado y se estrelló. Todos los ocupantes fallecieron, de tal forma que este incidente se ha convertido en el más mortífero para los militares estadounidenses desde que comenzase el conflicto afgano hace ya 10 años.

Medios nortemaericanos indicaron que 22 de los soldados que viajaban en el helicóptero eran de la misma unidad, los SEALs de la Marina, que en mayo acabó con el líder de Al Qaida refugiado en Pakistán, Osama bin Laden.