Éxodo multitudinario hacia Turquía

La provincia turca de Hatay ha albergado un nuevo campamento de refugiados sirios que, ante la amenaza de los cada vez más numerosos combates, se han visto obligados a abandonar sus hogares, y eso a pesar de que la zona norte de Alepo ha sido considerada como zona segura. El problema de la inseguridad del pueblo sirio se extiende ahora más allá de sus fronteras. El papel de Turquía en tareas humanitarias y la coodinación política sobre este asunto está siendo fundamental.

El ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Ahmet Davutoglu , ha declarado que «el número máximo de refugiados sirios que podemos acoger es de 100.000» . De esta forma el polítco turco ha instado a las Naciones Unidas a crear «zonas seguras» en territorio sirio para evitar que sigan dándose más casos de emigración de masas. Davutoglu informó que su Gobierno participará el próximo 30 de agosto en la reunión de los países del Consejo de Seguridad de la ONU para evaluar la situación humanitaria en Siria, según Ep.

La huída de ciudadanos sirios hacia territorios apartados de explosiones y bombardeos indiscriminados que garanticen su seguridad aumenta con el paso de los días. Y todo esto en un momento en el que las líneas fronterizas de Siria con los países vecinos están cada vez más debilitadas en cuanto al control de las fuerzas militares del Gobierno de Bashar al Assad. El d esgaste con el paso de las semanas es cada vez más evidente tras las pérdidas de áreas de control estratégico por parte de las fuerzas del Gobierno a favor de los rebeldes.

El último ejemplo ha sido la pérdida del punto fronterizo de Albu Kamal con Iraq , en el que las tropas rebeldes se han hecho con el mando, obligando al presidente Assad a evacuar las instalaciones de seguridad que mantenía en la zona. Esta se suma a las pérdidas de otros espacios fronterizos semanas atrás , como la del área otomana de Reyhanli , entre otras.