Los discretos correos de Sarah Palin
Las autoridades de Alaska han hecho públicos 24.000 emails de la famosa estrella del Partido Republicano
Los discretos correos de Sarah Palin
Qué tiene la republicana Sarah Palin que tanto fascina? Porque para tener a todo un país, y parte del mundo, atento a lo que dicen las más de 24.000 páginas de correos electrónicos de su época de gobernadora de Alaska publicadas ayer por las ... autoridades de ese estado hay que ejercer cierta fascinación, no solo entre los seguidores del Tea Party sino también entre los opositores. Quizá sea la trivialidad, manifiesta en la mayor parte del contenido de esas seis cajas de fotocopias con emails, de 25 kilos cada una, vendidas al precio de 725 dólares (500 euros), más gastos de envío.
«Eres impresionante y te quiero», responde Palin a un admirador que cuando en agosto de 2008 es anunciada como candidata a vicepresidenta considera que «Dios tiene un plan». Ese es uno de los primeros correos divulgados. En otro, un asistente le pregunta a comienzos de 2008 en qué parte de la casa oficial desea instalar la cama bronceadora que quiere comprar, si en el sótano o en la habitación de madera de cedro del tercer piso, donde se requiere una inversión de 3.500 dólares. No queda claro si el instrumento de bronceado llegó a instalarse.
Los medios estadounidenses, con la ayuda de lectores y usuarios, comenzaron ayer por la tarde a revisar los mensajes enviados y recibidos por Palin desde que en diciembre de 2006 llegó a gobernadora de Alaska, hasta que en septiembre de 2008 integró el ticket electoral a la Casa Blanca con John McCain. Los correos han sido publicados a requerimiento de quienes creen que la dirigente republicana tiene algo que esconder de su gestión. La publicación llega cuando Palin está a punto de desvelar si se presenta o no a las primarias republicanas de cara a las elecciones presidenciales del próximo año.
El material contribuirá probablemente a su imagen de persona frívola —en términos políticos— y poco formada que Palin ha venido dando, pero incluso sus oponentes no esperan sensacionales revelaciones. Por lo demás, aparece una mujer «muy entregada» a su cargo, «como si fuera el consejero delegado de su estado», advierte Tim Crawford, del comité de acción política de Palin, entidad conocida como Palin PAC. Para Crawford, lejos de ser documentación contraproducente, se trata en realidad de publicidad gratuita: «Los correos dan detalles del duro trabajo de gobernadora. Todo el mundo debería leerlos».
No se cuenta con revelaciones bomba. Asuntos relacionados con tratos de la entonces gobernadora con compañías de petróleo y gas, principales recursos de Alaska, ya habían salido a la luz, como sus gestiones en favor de un polémico gaseoducto. Una comisión ya investigó en su día el despido de su ex cuñado del servicio estatal de Policía. También quedó clara la injerencia de su marido en algunos asuntos oficiales.
«Toda piedra que podía removerse sobre mi vida ya se ha removido, así que no hay nada que descubrir. Muchos de esos correos no estaban previstos para consumo público, por lo que estoy segura que habrá gente que quiera capitalizar esta oportunidad y quizás sacar cosas de su contexto», indicó Palin el pasado domingo.
El gobernador de Alaska, el también republicano Sean Parnell, no se lo ha puesto fácil a los activistas que habían reclamado los correos electrónicos, ni tampoco a los medios de comunicación. En lugar de facilitar la información en soporte electrónico, lo ofreció en papel. «The Washington Post» pidió la colaboración de «cien lectores organizados y diligentes» que quisieran ayudar a la tarea de leer los correos electrónicos; otros medios contaron también con personal extra dedicado a expurgar el contenido.
Muchos de los mensajes fueron enviados y recibidos desde dos cuentas personales privadas de Palin, éstos fueron aportados voluntariamente por la propia Palin. Además sus abogados han podido analizar también la documentación, sin que en ese examen hayan reclamado la retirada de textos antes de la publicación. Otras 2.275 páginas fueron retenidas por no estar relacionadas con asuntos de gobierno o por contener información confidencial. Algunos de los nuevos correos ya aparecieron en el libro «Lealtad ciega a Sarah Palin», publicado por Frank Bailey, un estrecho colab«CW-10»orador de la ex gobernadora desde que ésta dejó la alcaldía de la pequeña población de Wasilla. En el libro cuenta algunos de los «trabajos sucios» que le encargó Palin, pero ninguno suficientemente grande para hacer ahora daño a la dirigente republicana.
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