El Gobierno portugués cede y está disponible a buscar medidas alternativas a la TSU

Pedro Passos Coelho informó igualmente que ya se han superado «las dificultades que podían afectar a la solidez de la coalición»

Belén Rodrigo

El Gobierno portugués ha cedido a las presiones políticas y sociales y está disponible para buscar medidas alternativas a las alteraciones de la Tasa Social Única (TSU) . Así lo comunicó ayer en el Consejo de Estado celebrado en el Palacio de Belém ... en el que el Ejecutivo liderado por Pedro Passos Coelho informó igualmente que ya se han superado “las dificultades que podían afectar a la solidez de la coalición”.

El primer ministro portugués aseguró que «no estamos ciegos ni sordos»

Tras ocho horas de reunión y cuando el presidente de la República y los otros diecinueve miembros del Consejo de Estado ya habían abandonado el local, el secretario leyó un comunicado de siete puntos. El más esperado, “la disponibilidad del Gobierno para, en el contexto de la concertación social, estudiar alternativas a la alteración de la Tasa Social única”.

Un anuncio que llega dos semanas después de que el Ejecutivo informase a los portugueses del aumento de las contribuciones de los trabajadores para la Seguridad Social de 11 para 18% y de la reducción de la tasa de las empresas de 23,75 para 18%. Desde entonces se han sucedido todo tipo de críticas junto a la mayoría de los sectores políticos y sociales y el pasado sábado cerca de 700 mil portugueses salieron a calle en señal de protesta.

«No seremos mudos ante las dificultades»

Ayer por la mañana, en el Parlamento, el primer ministro luso aseguró que “no somos ciegos ni sordos. Y no seremos mudos ante las dificultades del país”. La voz del pueblo se ha escuchado, como la de los empresarios, políticos, la Iglesia y tantos otros sectores y organizaciones que han exigido al Gobierno un cambio de actitud para no destrozar más al país. Incluso dentro del Ejecutivo de coalición se ha estado próximo a una ruptura por esta medida que no contaba con el apoyo de la derecha, en minoría.

«Los consejeros subrayaron la importancia crucial del diálogo político y social»

El Consejo de Estado tuvo como orden de trabajos la respuesta europea a la crisis de la Zona Euro y la situación portuguesa, y según el comunicado “el Consejo se inclinó sobre las medidas ya tomadas por las instituciones europeas visando combatir la crisis de la Zona Euro y sus implicaciones para Portugal y manifestó el deseo de que la creación de la Unión Bancaria Europea, la disponibilidad del BCE para intervenir en el mercado secundario de la deuda soberana de países sujetos a estricta condicionalidad y las políticas europeas para el crecimiento y el empleo sean concretizadas lo antes posible”.

En lo que se refiere a la situación de Portugal “los consejeros subrayaron la importancia crucial del diálogo político y social y de la búsqueda de consensos para encontrar soluciones que, teniendo en cuenta la necesidad de cumplir los compromisos asumidos (…) garanticen la igualdad y la justicia en la distribución de los sacrificios así como la protección de las familias con menos rendimientos y permitan tener como perspectiva el crecimiento económico sostenible”. Repara igualmente que Portugal depende mucho del exterior para la financiación del Estado y de su economía y por eso el Consejo de Estado “considera que deberán ser enviados todos los esfuerzos para que el saneamiento de las finanzas públicas y la transformación estructural de la economía mejoren las condiciones para la creación de empleo y preserven la cohesión social”.

A las puertas del Palacio de Belém

Desde horas antes de la reunión cientos de personas se dieron cita en los alrededores del Palacio de Belém en señal de protesta. El Consejo de Estado comenzó a las 17:15 horas con las explicaciones del ministro de Finanzas, Vítor Gaspar, que abandonó el local una hora después, tras responder las preguntas de los miembros del Consejo. Poco antes de las ocho de la tarde se marchó el ex presidente Mario Soares, sin prestar declaraciones, como ninguno de los otros miembros una vez finalizada la reunión.

Tanto Passos Coelho como Vítor Gaspar fueron recibidos con gritos de “ladrones” y abucheos por los manifestantes. La policía de intervención presente en el local fue reforzada durante la noche por varios elementos una vez que el ambiente estuvo más tenso y se lanzaron botellas contra los agentes. En total cinco personas fueron detenidas, cuatro por el lanzamiento de petardos y una por resistencia a las autoridades. Gritos de “Cavaco escucha, el pueblo está en lucha” e insultos para los políticos y empresarios se sucedieron durante las varias horas que duró la reunión.

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