Peña Nieto, candidato del PRI, sigue firme al frente de las encuestas tras un mes de campaña

Este primer mes de proselitismo político ha servido para estrechar las diferencias entre sus perseguidores: la candidata del gubernamental Partido Acción Nacional (PAN), Josefina Vázquez Mota , y el abanderado del Partido de la Revolución Democrática (PRD) , Andrés Manuel López Obrador . Las encuestas reflejan un empate técnico entre ambos, con una ligera ventaja para la primera.

El cuarto en discordia, Gabriel Quadri, de Nueva Alianza , se mueve entre el 1 y el 2 por ciento de las preferencias del electorado.

Según los analistas, la campaña de Peña Nieto está siendo de manual : exponerse lo justo para no meterse goles en propia puerta y evitar perder esa cómoda delantera, apenas a dos meses de los comicios. Anuncios de impecable factura y una maquinaria electoral (la del propio partido, primera fuerza política en dos tercios de los estados y en el Congreso federal) bien engrasada y sin fisuras.

La de Vázquez Mota , por el contrario, ha sido casi un calvario, titubeante y errática. Unos primeros «spots» de cuestionable factura técnica pretendían desmarcarla de los dos gobiernos panistas en los que ha sido ministra. Vista su escasa eficacia, pasó a una estrategia agresiva en la que acusaba a Peña Nieto de «mentiroso» por, supuestamente, no haber cumplido sus compromisos como gobernador mexiquense. Tampoco funcionó.

Finalmente, Vázquez Mota acababa por sumar a su campaña a todo el estamento del PAN , incluidos los rivales que le disputaron la candidatura en las primarias del partido. Poco han durado algunos: Francisco Javier Ramírez Acuña , que fuera ministro de Gobernación y «mentor» del presidente Felipe Calderón, ya prepara las maletas para hacerse cargo de la embajada en Madrid. Y Gustavo Madero , presidente del PAN , se reincorpora al Senador de la República tras una licencia de apenas tres meses.

López Obrador también quiso desmarcarse de sí mismo, después de pasar seis años negando su derrota en 2006 ante Calderón por algo menos de un cuarto de millón de votos. «El Peje» , como se le conoce popularmente, «perdonó» a sus enemigos y se puso al frente de los que él llama «república amorosa» .

Sin embargo, puesto que no termina de despegar en las encuestas, su discurso se ha vuelto más virulento en los últimos días, arremetiendo singularmente contra las dos cadenas que ejercen casi «de facto» el monopolio televisivo en el país, y a quienes acusa de estar detrás del «prefabricado» aspirante priista. «Como ya no tiene levadura el PAN, están inflando al merengue de Peña Nieto», ha sido una de sus frases más celebradas.

El domingo 6 de mayo se celebra el primero de los dos deba tes programados entre los candidatos. Parece la penúltima oportunidad de revertir una tendencia que se mantiene inamovible desde hace ya varios años.