En él los aliados se comprometen a «mantenerse unidos en su compromiso con la democracia , la libertad individual, los derechos humanos y el Estado de Derecho». Asimismo, en el punto 3, el documento condena «la agresión rusa contra Ucrania en los términos más fuertes posibles pues mina gravemente la seguridad y estabilidad internacional».
Además, la Alianza reitera «su completa solidaridad con el Gobierno ucraniano en la heroica defensa de su país»: «Apoyamos plenamente el derecho de Ucrania a la defensa propia y a elegir sus propios pactos de seguridad».
El documento, no solo se refiere a Rusia, también menciona amenazas que inquietan a la Alianza como «el terrorismo, en todas sus manifestaciones», las amenazas ciber, en el espacio y los ataques híbridos que proceden del uso malicioso de tecnologías disruptivas, demás de otras amaenazas asimétricas.
En este punto 6 se menciona expresamente a «la competencia sistémica de la República Popular de China que desafía nuestros intereses, seguridad y valores y busca minar las reglas en las que se basa el orden internacional».
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