Obama y la diplomacia de las hamburguesas y los perritos calientes
El presidente de Estados Unidos llevó al primer ministro británico a ver un partido de baloncesto
jaime g. mora
La Casa Blanca insiste en que al Reino Unido y Estados Unidos les une una «relación especial» pese a que la prioridad de Barack Obama es el Pacífico y no Europa. Pero el presidente chino, Hu Jintao , ... no puede presumir de haberse tomado un perrito caliente con el presidente americano. David Cameron sí.
Obama se llevó en el Air Force One al primer ministro británico a ver en directo un partido de la Liga Universitaria Americana a Dayton, en Ohio. La primera vez que cameron pisaba un pabellón de baloncesto.
Jugaban Western Kentucky y Mississippi Valley State , el primer partido de la llamada «Locura de marzo» (Marc Madness), el torneo que enfrenta a las 68 mejores universidades de Estados Unidos. Obama juega habitualmente al baloncesto y acude de forma regular a los partidos de sus hijas.
Se pudo ver al presidente estadounidense conversando de forma animada con los aficionados y explicándole a Cameron aspectos del juego. El primer ministro británico acertó a decir del partido que era «rápido y furioso».
Al descanso ambos dirigentes degustaron un perrito caliente, que Cameron acompañó con una Coca-Cola . «A donde fueres haz lo que vieres», debió de pensar el «premier», que le devolverá el favor a Obama enseñándole el cricket, deporte británico por excelencia. «Porque yo no entiendo qué ocurre con eso llamado cricket», dijo Obama.
No es la primera vez que Reino Unido y Estados Unidos escenifican su «relación especial» por medio del deporte. En una visita de Obama a Londres en mayo pasado a una escuela formaron pareja en una partida de ping-pong . Con corbata y todo.
En esta ocasión, en Ohio, tomaron perritos en lugar de hamburguesas, como sí hizo Obama con su homólogo ruso Dmitri Medvèdev en junio de 2010. Fue en el popular Ray's Hell Burguer , un lugar donde Obama ya llevó a su vicepresidente, Joe Biden.
Este verano también se pudo ver a Obama junto a su equipo económico en una hamburguesería cercana al Capitolio este verano para celebrar el final de las largas negociaciones sobre el techo de deuda.
Aunque a Obama, como informaba el corresponsal Emili J. Blasco , le gusta cenar con clase. Al menos con la primera dama, con quien comparte debilidad por la alta cocina. Restaurantes como Oyamel o los de José Andrés y Michel Richard son algunas de sus apuestas.
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