Obama asegura que el caso Petraeus no ha perjudicado la seguridad

El presidente estadounidense tuvo palabras de elogio hacia el general David Petraeus, dimitido el viernes como director de la CIA al descubrirse su relación sentimental con la autora de su biografía. Paula Broadwell. «Ha hecho un extraordinario trabajo en Afganistán, gracias al cual estamos más seguros» . Obama no se refirió al general John Allen, relacionado con el caso, pero cuya actuación de momento no se ha demostrado impropia.

Aunque varias preguntas de los periodistas insistieron en preguntas relacionadas con esta cuestión, Obama mantuvo que la investigación sigue su curso y que es prematuro pronunciarse sobre lo ocurrido. «Retengo mi juicio», dijo, en relación a si el FBI debía haber informado antes a la Casa Blanca de que estaba investigando al director de la CIA, pero expresó su «confianza» en que el FBI “siguió los protocolos establecidos” para respetar la inocencia de las personas hasta que haya pruebas de posible culpabilidad. La cuestión de por qué el FBI y el Fiscal General mantuvieron en secreto todo hasta que se celebraron las presidenciales es el principal asunto de disputa política.

Otro asunto caliente relacionado con Petraeus es su próxima comparecencia ante el Congreso para informar sobre el ataque terrorista al consulado de Bengasi. Obama rechazó la gran comisión que los republicanos han solicitado para investigar por qué la Administración no aportó más seguridad al consulado a pesar de los requerimientos hechos previamente por el embajador, muerto en el ataque.

El presidente expresó su gran enfado por el anuncio de varios republicanos, entre ellos el senador John McCain, de vetar el posible nombramiento de Susan Rice, embajadora ante la ONU, como sustituta de Hillary Clinton, debido al papel que desempeñó en las explicaciones de la Administración sobre la gestión del asunto de Bengasi. «¿Por qué quieren machacar su reputación? Eso es aborrecible . La embajadora, a petición de la Casa Blanca, no hizo más que explicar lo que las fuentes de inteligencia le informaban. Que vengan a por mí, no a por ella, que en realidad no tuvo nada que ver con Bengasi», dijo. «Aún no he decidido a quién nombraré para el Departamento de Estado, pero si estimo que Rice es la mejor persona, no me detendré», añadió.

En su comparencia, Obama anunció que impulsará la reforma inmigratoria «poco después» de su inauguración, que tendrá lugar el 20 de enero, y se mostró confiando en que los republicanos, visto el aumento del voto hispano y su orientación, se prestarán a un acuerdo al respecto. «Hay que asegurar la frontera, resolver la necesidad de trabajadores y establecer un camino para solucionar el estatus legal de miles de personas que viven en este país», según el presidente. Agretó que el acuerdo debería incluir la aún no aprobada Act, que permite la naturalización de los jóvenes que llegaron ilegalmente con sus padres.

Obama se propuso que «el segundo mandato sea mejor que el primero», e indicó que los ciudadanos le han dado «la misión de ayudar a la clase media». Por ello insistió en que no subirá los impuestos a los hogares con ingresos de más de 250.000 dólares al año, para que el 98% de familias restantes pueden seguir sin un aumento impositivo.