Merkel y Macron se van de cervezas por Bruselas, sin Pedro Sánchez

Los tres mandatarios llegaron juntos caminando por la calle al restaurante Roy d'Espagne, el Rey de España en castellano, uno de los locales más emblemáticos de la Grand Place bruselense, y se sentaron en la terraza bajo la atenta mirada de curiosos y personal de seguridad.

Merkel, Macron y Michel disfrutaron en la terraza de la suave noche bruselense, una pequeña reunión informal a la que acudieron otros colegas de los mandatarios europeos pero, aunque el escenario tenía nombre español, el gran ausente fue Pedro Sánchez . Sánchez se encontraba en la ciudad belga con motivo de la cumbre europea, pero no se le vio en la cita.

Una imagen, la de los líderes europeos compartiendo su tiempo libre, que ya se pudo ver en febrero de 2016. En aquella ocasión, fue Mariano Rajoy quien acompañaba a Angela Merkel . Juntos recurrieron a uno de los establecimientos más populares de Bruselas, un quiosco de venta de patatas fritas en la plaza Jourdan, cerca de la sede del Consejo Europeo, para sobrellevar una larga jornada de una cumbre europea.

Las relaciones entre ambos países se habían tensado tras la debacle económica que se produjo en el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, que dejó a España en el límite del rescate bajo la amenaza de arrastrar al resto de la Unión Europea. Ante el abismo económico, Merkel tuvo que hacerse con las riendas y comenzó a mirar al Ejecutivo de Zapatero con cierto recelo. Con la llegada al Gobierno de Mariano Rajoy, España recuperó su puesto de socio colaborador en Europa y dejó de ser un «quebradero de cabeza» para la canciller germana.

En la cumbre anual entre ambos mandatarios que se celebró en febrero de 2013, Merkel ya expresó su «admiración» por las reformas que «lleva adelante el Gobierno español». Meses después, Merkel incorporó los logros del presidente español en su propio discurso ante los alemanes asegurando que «España caminará de nuevo por su propio pie».