El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha advertido de que sin un mayor apoyo en materia de sanidad, educación y bienestar al menos 327.000 niños venezolanos que han llegado a Colombia como migrantes o refugiados «estarán en peligro».
«En un momento en el que el sentimiento antiinmigración está creciendo en todo el mundo, Colombia ha abierto generosamente sus puertas a sus vecinos de Venezuela», ha destacado la directora de Comunicación de Unicef, Paloma Escudero, que acaba de terminar un viaje de cuatro días a la ciudad colombiana de Cúcuta, en la frontera común.
Escudero ha subrayado que, «para la mayoría de las familias, la decisión de irse es una medida de último recurso». «He conocido a una mujer que tiene epilepsia y está embarazada de ocho meses. Necesitaba venir a Colombia para tener cuidados prenatales », ha contado.
Ha sido testigo de cómo las familias venezolanas usan a diario el puente internacional Simón Bolívar en busca de comida , atención médica o educación para sus hijos. Colombia, ha destacado, ofrece educación gratuita a los niños venezolanos. Más de 130.000 estudian ya en aulas colombianas, frente a los 30.000 del pasado noviembre.
«A medida que más familias toman cada día la dolorosa decisión de abandonar sus hogares en Venezuela, ya es hora de que la comunidad internacional refuerce su apoyo y ayude a cubrir sus necesidades básicos. No podemos dejar que esta generosidad decaiga», ha reclamado Escudero.
Unicef y sus socios trabajan con las autoridades locales para ayudar tanto a los niños venezolanos como a las comunidades de acogida en materia de nutrición, sanidad, educación y protección. Para ello, pretende pasar del actual presupuesto de 5,7 millones de dólares a 29 millones de dólares el próximo año.
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