Putin arremete contra la oposición mientras crecen los rumores sobre su mala salud

En sus informaciones, la agencia británica citaba ayer fuentes anónimas del Gobierno, quienes aseguraron, además, que el jefe del Estado ruso se ha visto obligado a ponerse últimamente una faja lumbar, lo que, según expertos médicos, podría indicar que padece una hernia discal. «Es difícil averiguar cuáles son esas fuentes en el Gobierno a las que hace referencia Reuters, pero puedo aseverar que lo que dicen no se corresponde con la realidad», afirmó Peskov.

Al mismo tiempo, el portavoz de la Presidencia rusa reconoció que durante la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) , celebrada a comienzos de septiembre en Vladivostok , Putin apareció cojeando debido a que sufrió un desgarro muscular mientras hacía ejercicio en el gimnasio. El máximo dirigente ruso es cinturón negro de judo, monta a caballo, práctica submarinismo y otros muchos deportes. Exhibir en reportajes televisivos sus aptitudes físicas forma parte de su estrategia de imagen.

Lo cierto es que, según Vera Yakubóvskaya , portavoz del Comité Ejecutivo de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), la cumbre de jefes de Estado de esta estructura regional creada tras la desintegración de la URSS se ha pospuesto indefinidamente . Los primeros mandatarios de los países que componen la CEI, Rusia y otras 10 ex repúblicas soviéticas, tenían previsto reunirse en Turkmenistán el 2 de noviembre. Putin, que acaba de cumplir 60 años, ha tenido que aplazar también sendos viajes a Turquía e India y suspendió el que debía haber realizado a Pakistán este mes. Si la salud no se le quiebra, el ex espía soviético podría permanecer en el poder hasta 2024, en el caso de que fuera reelegido en las presidenciales de 2018.

Pero parece que lo que realmente le quita el sueño a Putin es la oposición. El líder del Frente de Izquierdas, Serguéi Udaltsov , fue imputado ayer formalmente por organizar «desórdenes en masa». De momento, está en libertad bajo el compromiso escrito de no abandonar el país, pero tal delito podría costarle 10 años de cárcel. Con la misma acusación están ya en prisión preventiva dos de sus compañeros, Konstantín Lébedev y Leonid Razvozzháyev . Este último fue capturado en Ucrania , llevado a Rusia a la fuerza y torturado, según asegura su abogado. Razvozzháyev denuncia que fue «secuestrado» en el país vecino cuando trataba de obtener asilo político.

Udaltsov, que ha encabezado prácticamente todas las manifestaciones convocadas en Rusia desde diciembre del año pasado, se defiende asegurando que «no he planeado, preparado u organizado disturbios. Apoyo las protestas masivas, pero pacíficas, no violentas».

Desde que regresó al Kremlin, el pasado mes de mayo, Putin ha promovido todo tipo de leyes restrictivas, imponiendo considerables sanciones para quienes desobedezcan la normativa sobre manifestaciones, estigmatizado a las ONGs que reciban ayudas del exterior, hostigando a quienes encabezan las protestas, expulsado diputados críticos del Parlamento y encarcelando sin miramientos a todos aquellos opositores cuya popularidad amenaza con llegar a desbancarle en el futuro o constituyen un ejemplo que no conviene que la ciudadanía emule. Como las irreverentes Pussy Riot.

Se ha ampliado esta semana el delito de alta traición a quienes mantengan contactos con extranjeros considerados peligrosos para la seguridad de Rusia sin que se trate de espionaje en concreto ni se especifique en qué consiste tal amenaza.