Macron cree que Putin respalda a los chalecos amarillos

Tras dieciséis semanas de agitación y manifestaciones en toda Francia, cada sábado, la franquicia amarilla se ha estabilizado en los 40.000 o 50.000 manifestantes en todo el país. Una cifra pasablemente irrisoria , en un estado de 67 millones de habitantes. Sin embargo, Macron, su Gobierno y su partido –La República En Marcha (LREM)– repiten, a quien desea oírlos, que los chalecos amarillos han encontrado en la cadena de información de Putin un apoyo estratégico excepcional.

Los chalecos amarillos han protagonizado muchas acciones críticas y violentas contra casi todos los medios de comunicación audiovisuales franceses. No obstante, dicen reconocerse en la versión que da de la crisis la cadena rusa. Afirman que los medios franceses están «controlados por el Estado» (Macron), pero se consideran bien «comprendidos» en las historias que cuenta la televisión controlada por el Estado ruso (Putin).

El matutino popular «Le Parisien» afirma a toda página: «La televisión de Putin inquieta al gobierno francés» . El vespertino Le Monde estima que la tv financiada por el Estado ruso ha convertido la crisis de los chalecos amarillos en una «cuestión europea», dando la palabra a personajes que proceden de la ultra derecha populista.